jueves, 25 de abril de 2013

Principios para el estudio de la literatura antigua aplicables al Pentateuco


Principios para el estudio de la literatura antigua[1]

 

Se trata de algunos principios simples que explican cómo y porque se han conservado las tradiciones antiguas a pesar de las tensiones y contradicciones que suscitan cuando coexisten en una obra única como es el Pentateuco.

 

La ley de la antigüedad o de la precedencia:

 

En el mundo en que fue escrita la Biblia las cosas que tenían valor eran las cosas antiguas y esto es de gran importancia para entender las Escrituras. Ej: Gál 3,17-19 Pablo explica la superioridad de la justificación por la fe sobre la justificación por las obras recurriendo a Abrahán porque es anterior a Moisés. Lo más antiguo tiene más valor. Lo mismo Gn 15,6 con el tema de la circuncisión: Abrahán es padre también de los incircuncisos que como él serán justificados por la fe. Se trata de una forma de argumentar normal para la época. También Jn 8,58: “Antes de que Abrahán existiera Yo Soy”; o en la carta a los Hebreos el sacerdocio de Melquisedec anterior al de Leví.

En el AT hay numerosas aplicaciones de esta “ley de antigüedad”. Todas las genealogías quieren probar lo mismo: el origen ancestral y antiquísimo de las familias e instituciones.

Cuando Jeremías expresa que ha sido elegido antes de ser engendrado (Jr 1,5) afirma que su vocación procede de Dios y no de su ambición personal o de motivos humanos. En la misma línea el valor de los santuarios depende de su antigüedad. El culto de Betel se retrotrae a Jacob (Gn 28,10-22). Jerusalén veladamente se remonta a Abrahán (Gn 22,1-19; 22,14). El culto de Jerusalén es por tanto superior al de Betel.

El derecho de primogenitura entra en esta categoría. En el Pentateuco la situación no es diferente y permite explicar varios fenómenos. Ejemplo: la construcción de la tiende del encuentro y las instituciones cultuales se sitúan durante el período del desierto, o sea en una época que precede en mucho a Salomón. El motivo es manifestar el valor de estas instituciones. El templo construido por Salomón había sido destruido por el ejército babilónico pero según los textos del Pentateuco el culto era más antiguo que la monarquía y éste no ha sido depuesto por la catástrofe del destierro. La constitución jurídica de los israelitas proviene de la época mosaica y no de la monarquía davídica.

Luego del quiebre de la monarquía se quiso reencontrar otro fundamento para reconstruir la comunidad de Israel: una base más sólida que debía ser más antigua. Y por ello se pasó de David a Moisés. Dado que Moisés precede a la monarquía ésta esta sometida a la ley de Moisés y será juzgada por ella. Así razona la “historia deuteronomista”. Para el relato sacerdotal era importante mostrar la unión entre la historia de Israel y la creación del mundo: las alianzas con Noé y Abrahán son superiores a la del Sinaí porque son más antiguas.

Aquello que vale para el culto vale también para los relatos del Génesis sobre la creación y los patriarcas.¿Por qué se remontan a ellos y no a Moisés? La respuesta está en el post exilio cuando fue compuesto el Pentateuco en su estado final. Los textos de Gn 1-11 en ese contexto tienen como objetivo demostrar que el Dios de Israel no le envidia nada a las otras divinidades. Israel no inventa a un Dios creador, más bien se trata de una profundización de su fe en un contexto histórico concreto.

En conclusión: se ve claramente que los textos del Pentateuco quieren demostrar la antigüedad de las tradiciones de Israel: Israel es más antiguo que la monarquía y que la conquista del país. El Dios del éxodo es el Dios de los patriarcas. El Dios de Israel es el creador del universo. Esta antigüedad es esencial para poder demostrar el valor de las tradiciones frente a las naciones. Y dentro del pueblo, sobre todo se trata de reconstruir y unir a los miembros del Israel post exílico.

 

La ley de la conservación: (no se elimina nada)

 

Esta segunda ley es consecuencia de la anterior: si aquello que es antiguo tiene valor, es imposible eliminarlo. Si una tradición es antigua será conservada aunque esté superada. Una ley no será abolida aunque ya no sea aplicable. La sociedad antigua es fundamentalmente conservadora. No se elimina, se corrige, se interpreta.

El ejemplo más llamativo es el de los tres códigos legislativos. El “código deuteronómico” (Dt 12-26) que se presenta en su conjunto como revisión del “código de la alianza” (Éx 21-23). La “ley de santidad” (Lv 17-26) retoma y amplía en varios puntos el trabajo de reinterpretación y actualización.

Sin llegar a admitir una teoría evolucionista del derecho bíblico sorprende encontrar tres códigos diferentes que tratan de casos similares de manera disímil. Aunque en algunos puntos se contradicen la Biblia ha conservado los tres códigos y otras leyes. Todas las leyes han sido promulgadas por el mismo Dios en el mismo monte Sinaí y transmitidas por Moisés.

Desde el punto de vista formal los tres códigos no tienen diferencias esenciales. Para saber cual es la ley que estaba vigente en un caso concreto hay que realizar un trabajo exegético.

Lo mismo en las narraciones aparecen distintas versiones yuxtapuestas, pero no armonizadas. Ej: tenemos dos versiones de la alianza de Yahvé con Abrahán (Gn 15 y Gn 17) y se han conservado ambas. Hay tres versiones de la mujer hermana, Gn 20 sería una versión revisada y corregida de la primera de Gn 12,10-20, sin embargo encontramos la primera también. La segunda podría sustituir a la primera pero no es así.

Y en los pocos casos donde tenemos en un mismo relato dos versiones combinadas de un mismo hecho, la versión más reciente no ocupa el puesto de la más antigua. Ej Gn 6-9; Éx 14; Núm 13-14. En Gn 1-3 tenemos los dos relatos de la creación. En la medida de lo posible la Biblia ha querido conservar lo que la tradición había transmitido.

Esta regla es más rígida en las últimas fases del proceso de transmisión. En los primeros estadios de la composición los redactores y editores se sintieron más libres para reformular un texto antiguo según un estilo y unos criterios propios. Se agudizó durante el período del segundo templo por las razones que se verán a continuación.

 

La ley de continuidad y de la actualidad

 

Si bien el mundo antiguo es conservador también es verdad que conserva sólo aquello que tiene valor para el presente. En el Pentateuco se entrecruzan dos deseos: por un lado se busca establecer una unión con un pasado remoto y por el otro se quiere demostrar que las tradiciones conservan su validez en el presente.

Israel no conserva sus tradiciones para contemplarlas como en un museo sino que su interés por el pasado está ligado a las preocupaciones presentes. Es el Deuteronomio el libro que más insiste en esto dentro del Pentateuco.

Pasaje característico es el capítulo 5 que introduce el relato de la teofanía del Sinaí. Ver 5,3 la alianza no pertenece al pasado sino al presente. La predilección del Dt por la voz: “Hoy” muestra su voluntad de “actualización”. La preocupación por la validez del pasado aflora en varios pasajes del Deutero Isaías (Is 43,18-19). Esto parece contradecir lo dicho anteriormente: ¿cómo puede Yahvé pedir que olviden las cosas antiguas si sólo ellas tienen valor? El problema en este contexto es diferente. La tentación para el Israel post exílico era la nostalgia de un pasado remoto pero sin incidencia en el presente. Yahvé ha estado activo pero no olvidado de su pueblo. Sión ha dicho Yahvé me ha olvidado, el Señor me ha olvidado” (Is 49,14.). Es decir la fe de Israel es cosa del pasado. En el presente después del exilio el Dios de Israel ya no actúa. Por ello hace falta encontrar otros caminos. El Pentateuco por el contrario quiere demostrar la validez de las antiguas tradiciones para la comunidad post exílica.

La reinterpretación de las leyes antiguas por parte de los códigos más recientes es señal evidente de la necesidad de adaptar el derecho a las nuevas situaciones. Esto vale también para los esclavos, el préstamo, la celebración de las fiestas.

 

La ley de la economía: sólo se escribe cuando es necesario.

 

Problemas materiales: material costoso, pocos escribas capaces de escribir, todo se hacía a mano. Un escriba que escribiera hoy toda la Torá tardaría cerca de un año y necesitaría coser cerca de 62 pellejos de animales. Escribir un rollo requería tiempo. El espacio se aprovechaba al máximo. Poco espacio entre renglones y márgenes. Los primeros manuscritos importantes que poseemos se remontan al período de Qumrán. Según estudios recién en los siglos VIII y VII se habrían dado las condiciones para el desarrollo de una actividad literaria de alto nivel. Datos arqueológicos y estudios recientes no favorecen la hipótesis del Yavista. Tal vez Samaría habría escrito antes que Judá. Tampoco es verosímil la posibilidad de insertar tantos añadidos por el poco espacio y por ser un texto sagrado.

 

Los paralelos extra bíblicos:

 

Aunque en los últimos tiempos las distintas teorías sobre la formación del Pentateuco han sido objeto de críticas por los seguidores de las lecturas sincrónicas el estudio de los paralelos extra bíblicos muestra que los textos tienen una larga historia y que es posible desentrañarla. Hay varios tipos de textos a disposición de los exegetas: códigos legislativos, textos narrativos religiosos y profanos, anales históricos, crónicas de batallas militares, agendas de viaje.

Existen muchos estudios comparativos entre la legislación bíblica y la de Mesopotamia y el imperio hitita. La presencia de varios códigos legislativos mesopotámicos, fechables con cierta seguridad, muestra que el derecho puede y hasta debe cambiar cuando se producen cambios políticos, económicos o sociales importantes. En las leyes hititas a veces se encuentran las expresiones: antes/ahora.[2] Este ejemplo es muy raro en la Biblia, excepto en Rut 4,7 donde hay explicación del narrador diciendo que la costumbre ya no era conocida por sus destinatarios.[3] En el Pentateuco no encontramos nada parecido y es difícil admitir corrección explícita cuando toda la ley esta ratificada  por la ley divina. Los autores bíblicos usaron medios menos explícitos para dar a entender cuales eran las leyes vigentes. En fenómeno de la evolución en el derecho en Medio Oriente antiguo es bien conocido y no debe sorprender encontrarlo en la Biblia.

También respecto a los relatos existe en la literatura del Medio Oriente Antiguo ejemplo de técnicas redaccionales similares a las sugeridas por los críticos del Pentateuco.

Se ha hecho un estudio sobre la epopeya de Gilgamesh. La arqueología ha desenterrado gran cantidad de copias o fragmentos de distintas épocas que permiten reconstruir las fases de formación del texto de esta epopeya.

Tigay distingue cuatro fases principales en su evolución: un relato aislado escrito en sumerio (2100 a.C.), primer relato compilado en acadio del primer período babilónico (2000 – 1600 a.C.); revisiones de la época babilónica intermedia (1600 -1000 a.C.) y finalmente la versión babilónica clásica conocida por la copia encontrada en la biblioteca de Asurbanipal (668 – 627 a.C.). Las diferencias entre los dos estadios: sumerio y acadio son muchas. Los episodios sueltos se integran en una trama unida: Enkidu (amigo de Gilgamesh) permite conectar los elementos.

 

Conclusión: hay puntos en común entre la evolución de la epopeya de Gilgamesh (tal como ha sido reconstruida por los asiriólogos) y el modelo propuesto por Gunkel a principios del siglo XX “el Génesis como una recopilación de sagas”. El Génesis formado por pequeñas unidades narrativas independientes = epopeya de Gilgamesh que nace de relatos sobre el mismo héroe pero sin relación entre ellos.

La hipótesis de los fragmentos como preferible a otras hipótesis. Pero se debe tener en cuenta que en el Génesis y en el resto del Pentateuco hay varios ciclos narrativos (en la epopeya no). La situación no se puede comparar del mismo modo. En todo caso Tigay hace posible una hipótesis: la formación del Pentateuco en dos etapas: pequeñas unidades (fragmentos) a uno o más documentos.

Es de notar también que tanto en la epopeya como en el Pentateuco las diversas fuentes no usan el mismo estilo o vocabulario. Las diferentes versiones del mismo episodio usan nombres distintos: Jacob/Israel; Raguel/Jetró/Jobab, Yahvé/Elohim. En la epopeya el héroe es Utnapistim/Atrahasis, esposa/mujer. Tampoco se deben olvidar las diferencias esenciales entre el Pentateuco y la epopeya: uno es un texto sagrado fundante y normativo para Israel y el otro, si bien ocupa un puesto importante en la cultura mesopotámica no puede considerarse normativo.

 

 

 

 



[1] Extractado de: Jean Lous Ska, “Introducción a la lectura del Pentateuco”, Editorial Verbo divino, Navarra, 2001.
[2] “Si alguien deja ciega a una persona libre o le rompe los dientes, antes tenía que pagarle una mina de plata, pero ahora se pagan veinte siclos de plata” (Leyes hititas cap. 7).
[3]Antiguamente en Israel, cuando se trataba de compras o cambios, había la siguiente costumbre: uno se quitaba la sandalia (vendedor)  y se la entregaba al otro (comprador), así se hacía en Israel”.

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