Principios para el estudio de la literatura
antigua[1]
Se trata de algunos principios simples que explican cómo y porque
se han conservado las tradiciones antiguas a pesar de las tensiones y
contradicciones que suscitan cuando coexisten en una obra única como es el
Pentateuco.
La ley de la antigüedad
o de la precedencia:
En el mundo en que fue escrita la Biblia las cosas que tenían
valor eran las cosas antiguas y esto es de gran importancia para entender las
Escrituras. Ej: Gál 3,17-19 Pablo explica la superioridad de la justificación
por la fe sobre la justificación por las obras recurriendo a Abrahán porque es
anterior a Moisés. Lo más antiguo tiene más valor. Lo mismo Gn 15,6 con el tema
de la circuncisión: Abrahán es padre también de los incircuncisos que como él
serán justificados por la fe. Se trata de una forma de argumentar normal para
la época. También Jn 8,58: “Antes de que Abrahán existiera Yo Soy”; o en la
carta a los Hebreos el sacerdocio de Melquisedec anterior al de Leví.
En el AT hay numerosas aplicaciones de esta “ley de antigüedad”.
Todas las genealogías quieren probar lo mismo: el origen ancestral y
antiquísimo de las familias e instituciones.
Cuando Jeremías expresa que ha sido elegido antes de ser
engendrado (Jr 1,5) afirma que su vocación procede de Dios y no de su ambición
personal o de motivos humanos. En la misma línea el valor de los santuarios
depende de su antigüedad. El culto de Betel se retrotrae a Jacob (Gn 28,10-22).
Jerusalén veladamente se remonta a Abrahán (Gn 22,1-19; 22,14). El culto de
Jerusalén es por tanto superior al de Betel.
El derecho de primogenitura entra en esta categoría. En el
Pentateuco la situación no es diferente y permite explicar varios fenómenos.
Ejemplo: la construcción de la tiende del encuentro y las instituciones
cultuales se sitúan durante el período del desierto, o sea en una época que
precede en mucho a Salomón. El motivo es manifestar el valor de estas
instituciones. El templo construido por Salomón había sido destruido por el
ejército babilónico pero según los textos del Pentateuco el culto era más
antiguo que la monarquía y éste no ha sido depuesto por la catástrofe del
destierro. La constitución jurídica de los israelitas proviene de la época
mosaica y no de la monarquía davídica.
Luego del quiebre de la monarquía se quiso reencontrar otro
fundamento para reconstruir la comunidad de Israel: una base más sólida que
debía ser más antigua. Y por ello se pasó de David a Moisés. Dado que Moisés
precede a la monarquía ésta esta sometida a la ley de Moisés y será juzgada por
ella. Así razona la “historia deuteronomista”. Para el relato sacerdotal era
importante mostrar la unión entre la historia de Israel y la creación del
mundo: las alianzas con Noé y Abrahán son superiores a la del Sinaí porque son
más antiguas.
Aquello que vale para el culto vale también para los relatos del
Génesis sobre la creación y los patriarcas.¿Por qué se remontan a ellos y no a
Moisés? La respuesta está en el post exilio cuando fue compuesto el Pentateuco
en su estado final. Los textos de Gn 1-11 en ese contexto tienen como objetivo
demostrar que el Dios de Israel no le envidia nada a las otras divinidades.
Israel no inventa a un Dios creador, más bien se trata de una profundización de
su fe en un contexto histórico concreto.
En conclusión: se ve claramente que los textos del Pentateuco quieren demostrar
la antigüedad de las tradiciones de Israel: Israel es más antiguo que la
monarquía y que la conquista del país. El Dios del éxodo es el Dios de los
patriarcas. El Dios de Israel es el creador del universo. Esta antigüedad es
esencial para poder demostrar el valor de las tradiciones frente a las
naciones. Y dentro del pueblo, sobre todo se trata de reconstruir y unir a los
miembros del Israel post exílico.
La ley de la
conservación: (no se elimina nada)
Esta segunda ley es consecuencia de la anterior: si aquello que es
antiguo tiene valor, es imposible eliminarlo. Si una tradición es antigua será
conservada aunque esté superada. Una ley no será abolida aunque ya no sea
aplicable. La sociedad antigua es fundamentalmente conservadora. No se elimina,
se corrige, se interpreta.
El ejemplo más llamativo es el de los tres códigos legislativos.
El “código deuteronómico” (Dt 12-26) que se presenta en su conjunto como
revisión del “código de la alianza” (Éx 21-23). La “ley de santidad” (Lv 17-26)
retoma y amplía en varios puntos el trabajo de reinterpretación y
actualización.
Sin llegar a admitir una teoría evolucionista del derecho bíblico
sorprende encontrar tres códigos diferentes que tratan de casos similares de
manera disímil. Aunque en algunos puntos se contradicen la Biblia ha conservado los
tres códigos y otras leyes. Todas las leyes han sido promulgadas por el mismo
Dios en el mismo monte Sinaí y transmitidas por Moisés.
Desde el punto de vista formal los tres códigos no tienen
diferencias esenciales. Para saber cual es la ley que estaba vigente en un caso
concreto hay que realizar un trabajo exegético.
Lo mismo en las narraciones aparecen distintas versiones
yuxtapuestas, pero no armonizadas. Ej: tenemos dos versiones de la alianza de
Yahvé con Abrahán (Gn 15 y Gn 17) y se han conservado ambas. Hay tres versiones
de la mujer hermana, Gn 20 sería una versión revisada y corregida de la primera
de Gn 12,10-20, sin embargo encontramos la primera también. La segunda podría
sustituir a la primera pero no es así.
Y en los pocos casos donde tenemos en un mismo relato dos
versiones combinadas de un mismo hecho, la versión más reciente no ocupa el
puesto de la más antigua. Ej Gn 6-9; Éx 14; Núm 13-14. En Gn 1-3 tenemos los
dos relatos de la creación. En la medida de lo posible la Biblia ha querido conservar
lo que la tradición había transmitido.
Esta regla es más rígida en las últimas fases del proceso de
transmisión. En los primeros estadios de la composición los redactores y
editores se sintieron más libres para reformular un texto antiguo según un
estilo y unos criterios propios. Se agudizó durante el período del segundo templo
por las razones que se verán a continuación.
La ley de continuidad y de
la actualidad
Si bien el mundo antiguo es conservador también es verdad que
conserva sólo aquello que tiene valor para el presente. En el Pentateuco se
entrecruzan dos deseos: por un lado se busca establecer una unión con un pasado
remoto y por el otro se quiere demostrar que las tradiciones conservan su
validez en el presente.
Israel no conserva sus tradiciones para contemplarlas como en un
museo sino que su interés por el pasado está ligado a las preocupaciones
presentes. Es el Deuteronomio el libro que más insiste en esto dentro del
Pentateuco.
Pasaje característico es el capítulo 5 que introduce el relato de
la teofanía del Sinaí. Ver 5,3 la alianza no pertenece al pasado sino al
presente. La predilección del Dt por la voz: “Hoy” muestra su voluntad de
“actualización”. La preocupación por la validez del pasado aflora en
varios pasajes del Deutero Isaías (Is 43,18-19). Esto parece contradecir lo
dicho anteriormente: ¿cómo puede Yahvé pedir que olviden las cosas antiguas si
sólo ellas tienen valor? El problema en este contexto es diferente. La
tentación para el Israel post exílico era la nostalgia de un pasado remoto pero
sin incidencia en el presente. Yahvé ha estado activo pero no olvidado de su
pueblo. Sión ha dicho Yahvé me ha olvidado, el Señor me ha olvidado” (Is
49,14.). Es decir la fe de Israel es cosa del pasado. En el presente después
del exilio el Dios de Israel ya no actúa. Por ello hace falta encontrar otros
caminos. El Pentateuco por el contrario quiere
demostrar la validez de las antiguas tradiciones para la comunidad post
exílica.
La reinterpretación de las leyes antiguas por parte de los códigos
más recientes es señal evidente de la necesidad de adaptar el derecho a las
nuevas situaciones. Esto vale también para los esclavos, el préstamo, la
celebración de las fiestas.
La ley de la economía:
sólo se escribe cuando es necesario.
Problemas materiales: material costoso, pocos escribas capaces de
escribir, todo se hacía a mano. Un escriba que escribiera hoy toda la Torá tardaría cerca de un año
y necesitaría coser cerca de 62 pellejos de animales. Escribir un rollo
requería tiempo. El espacio se aprovechaba al máximo. Poco espacio entre
renglones y márgenes. Los primeros manuscritos importantes que poseemos se
remontan al período de Qumrán. Según estudios recién en los siglos VIII y VII
se habrían dado las condiciones para el desarrollo de una actividad literaria
de alto nivel. Datos arqueológicos y estudios recientes no favorecen la
hipótesis del Yavista. Tal vez Samaría habría escrito antes que Judá. Tampoco
es verosímil la posibilidad de insertar tantos añadidos por el poco espacio y
por ser un texto sagrado.
Los paralelos extra bíblicos:
Aunque en los últimos tiempos las distintas teorías sobre la
formación del Pentateuco han sido objeto de críticas por los seguidores de las
lecturas sincrónicas el estudio de los paralelos extra bíblicos muestra que los
textos tienen una larga historia y que es posible desentrañarla. Hay varios
tipos de textos a disposición de los exegetas: códigos legislativos, textos
narrativos religiosos y profanos, anales históricos, crónicas de batallas
militares, agendas de viaje.
Existen muchos estudios comparativos entre la legislación bíblica
y la de Mesopotamia y el imperio hitita. La presencia de varios códigos legislativos
mesopotámicos, fechables con cierta seguridad, muestra que el derecho puede y
hasta debe cambiar cuando se producen cambios políticos, económicos o sociales
importantes. En las leyes hititas a veces se encuentran las expresiones:
antes/ahora.[2] Este
ejemplo es muy raro en la
Biblia , excepto en Rut 4,7 donde hay explicación del narrador
diciendo que la costumbre ya no era conocida por sus destinatarios.[3]
En el Pentateuco no encontramos nada parecido y es difícil admitir corrección
explícita cuando toda la ley esta ratificada
por la ley divina. Los autores bíblicos usaron medios menos explícitos
para dar a entender cuales eran las leyes vigentes. En fenómeno de la evolución
en el derecho en Medio Oriente antiguo es bien conocido y no debe sorprender
encontrarlo en la Biblia.
También respecto a los relatos existe en la literatura del Medio
Oriente Antiguo ejemplo de técnicas redaccionales similares a las sugeridas por
los críticos del Pentateuco.
Se ha hecho un estudio sobre la epopeya de Gilgamesh. La
arqueología ha desenterrado gran cantidad de copias o fragmentos de distintas
épocas que permiten reconstruir las fases de formación del texto de esta
epopeya.
Tigay distingue cuatro fases principales en su evolución: un
relato aislado escrito en sumerio (2100 a .C.), primer relato compilado en acadio
del primer período babilónico (2000 – 1600 a .C.); revisiones de la época babilónica
intermedia (1600 -1000 a .C.)
y finalmente la versión babilónica clásica conocida por la copia encontrada en
la biblioteca de Asurbanipal (668 – 627 a .C.). Las diferencias entre los dos
estadios: sumerio y acadio son muchas. Los episodios sueltos se integran en una
trama unida: Enkidu (amigo de Gilgamesh) permite conectar los elementos.
Conclusión: hay puntos en común entre la evolución de la epopeya de Gilgamesh
(tal como ha sido reconstruida por los asiriólogos) y el modelo propuesto por
Gunkel a principios del siglo XX “el Génesis como una recopilación de sagas”.
El Génesis formado por pequeñas unidades narrativas independientes = epopeya de
Gilgamesh que nace de relatos sobre el mismo héroe pero sin relación entre
ellos.
La hipótesis de los fragmentos como preferible a otras hipótesis.
Pero se debe tener en cuenta que en el Génesis y en el resto del Pentateuco hay
varios ciclos narrativos (en la epopeya no). La situación no se puede comparar
del mismo modo. En todo caso Tigay hace posible una hipótesis: la formación del
Pentateuco en dos etapas: pequeñas unidades (fragmentos) a uno o más
documentos.
Es de notar también que tanto en la epopeya como en el Pentateuco
las diversas fuentes no usan el mismo estilo o vocabulario. Las diferentes
versiones del mismo episodio usan nombres distintos: Jacob/Israel;
Raguel/Jetró/Jobab, Yahvé/Elohim. En la epopeya el héroe es Utnapistim/Atrahasis,
esposa/mujer. Tampoco se deben olvidar las diferencias esenciales entre el
Pentateuco y la epopeya: uno es un texto sagrado fundante y normativo para
Israel y el otro, si bien ocupa un puesto importante en la cultura mesopotámica
no puede considerarse normativo.
[1] Extractado de: Jean Lous Ska, “Introducción
a la lectura del Pentateuco”, Editorial Verbo divino, Navarra, 2001.
[2] “Si alguien deja ciega a una persona libre o le rompe los
dientes, antes tenía que pagarle una
mina de plata, pero ahora se pagan
veinte siclos de plata” (Leyes hititas cap. 7).
[3] “Antiguamente en
Israel, cuando se trataba de compras o cambios, había la siguiente costumbre:
uno se quitaba la sandalia (vendedor) y
se la entregaba al otro (comprador), así se hacía en Israel”.
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