domingo, 21 de abril de 2013

Pentateuco II autoria mosaica


El Pentateuco

 

Autoría mosaica: tradicionalmente en el cristianismo como en el judaísmo se presentaba a Moisés como autor de todo el Pentateuco y así se leyó durante 1500 años. En la época patrística los problemas críticos no atraen la atención ya que la preocupación era de orden teológico y apologético. Había que defender al cristianismo de las polémicas con el judaísmo y frente a la cultura clásica. El helenismo pudo influir ya que toda gran obra no podía ser anónima. Toda gran obra iba acompañada de un gran nombre. Si bien en algunos textos se dice que Moisés escribió ciertas cosas (Éx 24,4; Éx 17,14) nunca se afirma que sea el autor de todo el Pentateuco. Hoy nos preguntamos como se le ocurrió a alguien por primera vez creer que Moisés fue el autor de todo el Pentateuco.

Explicaciones posibles: el interés por la autoría y redacción de los libros no surgió hasta la antigüedad tardía. La Sabiduría de Ben Sirá (el Eclesiásstico) escrito a comienzos del siglo II a.C. es el primer libro judío en el que el autor se identifica (Eclo 50,29). Casi por la misma época algunas polémicas llevaron a apologistas judíos a comparar a Moisés como legislador y redactor de la epopeya judía con sus rivales griegos. También Josefo que nombra a Moisés como autor de los cinco libros que contienen leyes y tradiciones (Contra Apión II,37-40). Dado que en el Pentateuco aparecen expresiones como “el libro de la ley de Moisés” se entiende que se atribuyesen a él las leyes y a veces los relatos en que esas leyes están insertas. También juega un papel importante la idea de que la inspiración se canaliza a través de individuos con nombres concretos. Hay estrecha relación entre Moisés y la ley atestiguada en el Deuteronomio y que se vuelve lugar común en la época del segundo templo y que explica que se le atribuya todo el libro. También se hizo común atribuir las obras sapienciales a Salomón y los himnos a David. Y a Moisés todas las leyes independientemente del tiempo y lugar en que fueron redactadas y promulgadas se revistieron de su autoridad. Así todo el Pentateuco y el Deuteronomio en concreto son ejemplo muy antiguo de pseudos epigrafía judía, un género bien documentado a partir del siglo II a.C.

 

Argumentos contra la teoría que sostiene la autoría mosaica de todo el Pentateuco

 

 

a) Cortes y tropiezos en la narración

- Al relato de la creación (Gn 1,1-2,4a) sigue otro relato que vuelve a los orígenes y se expresa en categorías muy distintas (Gn 2,4b-24).

- Después del nacimiento de Set (Gn 4,26), se vuelve a los orígenes de Adán (Gn 5,1).

- En Ex 19,24s, Dios ordena a Moisés que baje del monte y suba de nuevo con Aarón. Pero el relato se interrumpe para dar paso al decálogo.

- Estos ejemplos, que podrían multiplicarse hasta la saciedad, son impensables si la obra ha sido escrita por la misma persona.

b) Tradiciones duplicadas y triplicadas

- Dos relatos de la creación (Gn 1,1-2,4a; 2,4b-24).

- Dos descendencias de Adán (Gn 4 y 5).

- Dos relatos del diluvio, mezclados en Gn 6-9.

- Tres veces la esposa en peligro (Gn 12,l0ss; 20; 26).

- Dos pactos de Dios con Abraham (Gn 15 y 17).

- Dos relatos de la vocación de Moisés (Ex 3 y 6).

- Dos promulgaciones del decálogo (Ex 20 y Dt 5).

- Ley sobre los esclavos (Ex 21 y Dt 15,12-28).

- Leyes sobre homicidio (Ex 21; Dt 19; Nm 35).

- Diversos catálogos de fiestas (Ex 23,14ss; 34,18ss; Dt 16,1ss; Lev 23,4ss; Núm 28-29).

c) Tradiciones distintas e incluso opuestas

- En Gn 1, Dios crea al hombre y la mujer al mismo tiempo, como culmen de la creación; en Gn 2 crea al hombre antes que a los animales, y por último a la mujer.

- En Gn 6,19s se ordena a Noé introducir en el arca una pareja de cada viviente; en 7,2 se trata de siete parejas de animales puros y una de impuros.

- En Gn 7,6s tiene lugar el diluvio, y Noé entra en el arca; en 7,l0 se dice que el diluvio ocurrió una semana más tarde. En 7,11 vuelve a hablarse de los comienzos del diluvio y en 7,13 de la entrada de Noé.

- En Gn 37,28, los madianitas sacan a José del pozo donde lo habían metido sus hermanos, lo venden a los ismaelitas, y éstos lo llevan a Egipto. En 37,36 son los madianitas quienes lo venden en Egipto a Putifar. Y en 39,1, Putifar lo compra a los ismaelitas.

- En Ex 33,7 se dice que la tienda de reunión estaba situada fuera del campamento; en Núm 2,2, que los israelitas debían acampar en torno a ella.

- En Éx 16,14-35 se habla del maná como de un milagro divino. En Núm 11,6-9, como de un fenómeno natural.

- En Núm 9,17s se dice que la nube guiaba a los israelitas por el desierto. En Núm l0,31, Moisés no cuenta con esa ayuda y pide a Jobab que los acompañe. En Núm l0,33, quien guía al pueblo es el arca. Tres tradiciones distintas en poco más de una página.

- La duración de la fiesta de las chozas es de siete días según Dt 16,15, y de ocho según Lev 23,36.

- En caso de homicidio no intencionado, el lugar de asilo es el altar según Ex 21,12ss. Pero en Dt 19,1-13 y Núm 35,9-24 no se menciona el altar, sino que se especifican unas ciudades de refugio para el culpable.

d) Anacronismos

- En Gn 12,6 y 13,7 se dice: “en aquel tiempo habitaban allí los cananeos”. El autor supone que quienes habitan ahora la tierra son los israelitas. La afirmación carece de sentido en tiempos de Moisés.

- En Gn 21,34; 26,14.15.18; Éx 13,17 se menciona a los filisteos, que ocuparon el territorio después de la muerte de Moisés.

- En Gn 36,31 se habla de los reyes edomitas que existieron “antes de que los israelitas tuvieran rey”; quien escribe esta frase conoce la existencia de monarcas en Israel, cosa que sólo ocurrió dos siglos después de la muerte de Moisés.

e) Diferencias de vocabulario

- En algunos textos se da a Dios el nombre genérico de Elohím; en otros, su nombre concreto, Yahveh. Esta distinción, que al profano puede parecer intrascendente, fue la que permitió el análisis inicial de las fuentes del Pentateuco.

- Al monte donde Dios se revela se lo llama en unos casos Sinaí y en otros Horeb.

- El suegro de Moisés se llama Ragüel en Ex 2,18 y Jetró en Ex 3,1; 18,1.2.6.12.

f) Diferencias de estilo

El libro del Deuteronomio se caracteriza por un estilo oratorio, retórico y ampuloso, típico de ciertas formas de predicación o exhortación. Ciertas partes del Pentateuco poseen un estilo preciso y seco, con frases que se repiten machaconamente, como en el primer relato de la creación (Gn 1). Otras secciones presentan un estilo narrativo ágil y vivaz; analizan la psicología de los personajes, hablan de Dios como si fuese un hombre que se pasea por la tarde, come, etc. (antropomorfismos).

En este punto, podría objetarse que el mismo autor puede usar estilos muy distintos, según las circunstancias y la materia que trata. Es cierto. Pero la cuestión es más complicada en el Pentateuco. El estilo varía notablemente incluso cuando se habla de los mismos episodios.

Todos estos argumentos, que podrían multiplicarse, han creado la profunda convicción de que el Pentateuco no pudo ser escrito por un solo autor, Moisés. Se advierte un proceso de formación muy largo y complejo, que hasta el día de hoy no ha sido suficientemente clarificado. Lo más probable es que nunca lo conozcamos con seguridad. Pero es interesante tener una idea general de las principales hipótesis que se han formulado sobre este problema.

 

 

 

 

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