domingo, 21 de abril de 2013

Historia de la salvacion II parte


Historia de la Salvación II parte (Unidad 2)

 

La llegada a la Tierra Prometida:

 

Josué es el personaje que conducirá al pueblo a la Tierra Prometida luego de la muerte de Moisés. Josué fue elegido por Dios como sucesor de Moisés. Su misión fue largamente preparada por Dios al lado de este gran legislador. Lo acompañó al monte de la revelación (Cfr. Éx 32,17), dirigió junto a Caleb la exploración de la tierra de Canaán (Cfr. Num 14,6.38). Tuvo también un papel decisivo en la superación del desánimo del pueblo luego de la exploración. Finalmente es investido en su tarea mediante un rito especial y solemne (Cfr. Num 27,15-23). Recibe la seguridad de entrar en la tierra prometida (Cfr. Dt 1,38) aunque es excluida la generación que peregrinó por el desierto.

El libro del Deuteronomio termina con el traspaso de Moisés a Josué (Cfr. Dt 34,9).

El libro de Josué es el que narra la conquista de la Tierra Prometida y lo hace presentándola como una acción de conjunto de las tribus bajo Josué. Pero en el libro de los Jueces (Cfr Jc 1) ofrece un cuadro diferente, donde cada tribu lucha por su territorio y a menudo es derrotada. La realidad es que los hebreos conquistan el país, que ya estaba ocupado por diferentes grupos, a veces mediante alianzas, por la fuerza mediante batallas y otras veces con astucia. Si leemos Jos 13,1; 19,47 veremos algunas de las dificultades sobre la conquista que el libro de Josué narra “entre líneas”. Es que al libro de Josué, por su carácter épico, le interesa dejar una enseñanza: y se trata del “don” de la conquista de esa tierra que el Señor había prometido. Leyendo ambos libros: Josué y Jueces sabemos que la conquista fue efectivamente un “don” pero también una “tarea” que tuvo que realizar el pueblo de Dios.

 

Hechos más sobresalientes: el libro de Josué irá trazando un paralelo con los acontecimientos del Éxodo. Veamos:

 

Jos 1,1-3.5
 
Jos 3,1-4; 3,14-17 Paso del R. Jordán
Éx 14 Paso del Mar Rojo
Jos 5,10-12 La 1ra. Pascua en la tierra
Éx 12,13 La Institución de la Pascua
Jos 24,25-28 La Alianza de Siquén
Éx 19,1-8 La Alianza del Sinaí

 Cap 13 al 16 Distribución de la tierra

24,28-31 La muerte de Josué.

 

Período de los Jueces: (1200 al 1030 a.C.)

 

Los “jueces” son caudillos que se ponen al frente de una o más tribus para combatir contra un grupo enemigo que ha sometido a dicha tribu. Son elegidos por Dios y su función no es hereditaria. Finalizada su tarea los jueces vuelven a su vida normal.

En este período la situación se podría resumir del siguiente modo: el pueblo se enfrenta con los problemas típicos del paso de la vida nómada del desierto a la vida sedentaria. Se encuentran frecuentemente amenazados por los pueblos vecinos (moabitas, edomitas, amalecitas, madianitas y sobre todo los filisteos que estaban más tecnificados).Las tribus forman una confederación unida por la fe, solidaria en lo social y religioso, sin cohesión política. Existen varios santuarios locales edificados en los lugares altos. La contaminación con los ídolos extranjeros también es frecuente ya que sus dioses resultan a veces atractivos.

A continuación se presenta un caso típico de la acción de un juez, esquema que se repite una y otra vez en el libro de los Jueces.

 

Jc 3,7-11 Idolatría, castigo de Dios, arrepentimiento y súplica, liberación a través de un juez.

 

Esta situación de inestabilidad y falta de cohesión política llevará al deseo y pedido de un rey (Cfr. 1Sm 8,4-9) que los unifique como tenían los otros pueblos vecinos. Samuel: último juez, sacerdote en el santuario de Siló y también profeta será el encargado de dirigir el paso de la confederación de tribus a la monarquía. La historia y vocación de Samuel podemos leerla en los tres primeros capítulos del primer libro de Samuel.

 

La Monarquía

 

 

La elección del primer rey: Saúl y su unción están relatados en 1 Sm8; 10,17-27; 12 donde se combinan dos tradiciones.

Saúl fue sobre todo un jefe militar que lo primero que hace es organizar un ejército permanente. Combatió con los filisteos matando a su gobernador. No logró unificar a las tribus.

David: hay dos narraciones sobre la entrada de David en la corte de Saúl. Una vez se introduce como músico tocando la cítara, para aplacar el espíritu atormentado del rey (Cfr. 1Sm 16,4-23; 17,1-11). En otra entra como pastor que derrota a Goliat (Cfr. 1Sm 17, 12-31; 17,40-58; 18,1-5). Sus éxitos militares lo hicieron famoso y conquista el afecto de Saúl y su familia, casándoles con Mical su hija haciéndose amigo de Jonatán su hijo. Con el tiempo David despierta la envidia de Saúl y éste teme que pueda sustituir a Jonatán que era su sucesor y quiere darle muerte. David se fuga ayudado por Mical y Jonatán y luego de pasar un tiempo errante combate contra los amalecitas. Establece luego buenas relaciones con las tribus del Sur. Luego de la muerte de Saúl David se dirigió con sus tropas a Hebrón donde fue proclamado rey de Judá y de todo el sur donde reinó durante 7 años. Luego es reconocido rey también por las tribus del Norte (Cfr. 2Sm 5,1-6)..

Entre sus logros se pueden mencionar: el ataque a los filisteos que quedaron sometidos a su reino (Cfr. 2 Sam 5,17). Conquistó Jerusalén, la antigua ciudad de los jebuseos llamada Jebus y la llamó “Ciudad de David” donde residió. Jerusalén, no pertenecía a ninguna tribu y luego de su conquista pasó a ser capital de su reino y centro político y religioso donde residía el Arca de la Alianza. David mantuvo unido a todo el estado. No llegó a construir el templo pero comenzó el culto en torno al Arca. Fundó una dinastía que perduró 400 años  y a su persona se vincula la promesa de un reino mesiánico.

A pesar de algunos errores como fue el adulterio con Betsabé y la muerte de Urías (Cfr. 2Sm 11,2-16.26) pasó a la historia como modelo de rey.

 

Salomón: Es ungido aproximadamente en el año 931 a la muerte de su padre. Supo mantener las conquistas de David que había convertido a Israel en una gran nación. No fue un guerrero sino más bien un hábil diplomático. Introdujo en el ejército el carro de combate que era una modalidad de arma muy importante. Fortaleció las ciudades fronterizas. Se recuerdan en 1Re 3,4-15 su sabiduría. También fue un gran constructor: del templo y del palacio. Su debilidad con las mujeres (Cfr. 1Re 11,1-13) lo arrastró a los cultos paganos. Su peor error fue oprimir con fuertes impuestos a su reino, sobre todo al Norte estableciendo 12 distritos fiscales para facilitar la recaudación de impuestos sin importarle la pobreza de algunos distritos. Cada uno de estos distritos debía mantener a la corte por un mes. Tocó así un punto sagrado de la tradición israelita. Durante su vida ya empezó el descontento que a su muerte causará un cisma político y religioso (año 922 a.C.) que podemos leer en 1Re 12,11. El Reino queda dividido así:

 

Reino del Norte: llamado Israel con capital en Samaría. Su primer rey: Jeroboan.

Reino del Sur: llamado Judá con capital en Jerusalén. Su primer rey: Roboan.
El Destierro: (586-583)
 
En el año 597 se produce la primera deportación y en el 586 Nabucodonosor rey de Babilonia conquista Jerusalén, la incendia y deporta a Babilonia al grupo más poderoso y a la mano de obra. Muchos pobres quedan en la tierra y otros huyen a Egipto. Podemos leer 2Re 25,8-17. Durante este tiempo comienza a gestarse una corriente espiritual conocida como el Judaísmo (porque nace de la meditación de las tradiciones bíblicas recogidas en Jerusalén capital del reino de Judá).
 
El regreso a la tierra y la reconstrucción: (538)
 
Ciro, rey de Persia conquista al imperio babilónico y permite al pueblo volver a su territorio. Comienza la tarea de reconstrucción de la ciudad de Jerusalén, de sus murallas, del templo y de la vida de sus habitantes.. Dos hombres ayudaron de manera decisiva: Esdras, sacerdote que ayudará en la reforma religiosa y Nehemías en la reforma social. Podemos leer: Esd 1,1-4
 

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