jueves, 25 de abril de 2013

Principios para el estudio de la literatura antigua aplicables al Pentateuco


Principios para el estudio de la literatura antigua[1]

 

Se trata de algunos principios simples que explican cómo y porque se han conservado las tradiciones antiguas a pesar de las tensiones y contradicciones que suscitan cuando coexisten en una obra única como es el Pentateuco.

 

La ley de la antigüedad o de la precedencia:

 

En el mundo en que fue escrita la Biblia las cosas que tenían valor eran las cosas antiguas y esto es de gran importancia para entender las Escrituras. Ej: Gál 3,17-19 Pablo explica la superioridad de la justificación por la fe sobre la justificación por las obras recurriendo a Abrahán porque es anterior a Moisés. Lo más antiguo tiene más valor. Lo mismo Gn 15,6 con el tema de la circuncisión: Abrahán es padre también de los incircuncisos que como él serán justificados por la fe. Se trata de una forma de argumentar normal para la época. También Jn 8,58: “Antes de que Abrahán existiera Yo Soy”; o en la carta a los Hebreos el sacerdocio de Melquisedec anterior al de Leví.

En el AT hay numerosas aplicaciones de esta “ley de antigüedad”. Todas las genealogías quieren probar lo mismo: el origen ancestral y antiquísimo de las familias e instituciones.

Cuando Jeremías expresa que ha sido elegido antes de ser engendrado (Jr 1,5) afirma que su vocación procede de Dios y no de su ambición personal o de motivos humanos. En la misma línea el valor de los santuarios depende de su antigüedad. El culto de Betel se retrotrae a Jacob (Gn 28,10-22). Jerusalén veladamente se remonta a Abrahán (Gn 22,1-19; 22,14). El culto de Jerusalén es por tanto superior al de Betel.

El derecho de primogenitura entra en esta categoría. En el Pentateuco la situación no es diferente y permite explicar varios fenómenos. Ejemplo: la construcción de la tiende del encuentro y las instituciones cultuales se sitúan durante el período del desierto, o sea en una época que precede en mucho a Salomón. El motivo es manifestar el valor de estas instituciones. El templo construido por Salomón había sido destruido por el ejército babilónico pero según los textos del Pentateuco el culto era más antiguo que la monarquía y éste no ha sido depuesto por la catástrofe del destierro. La constitución jurídica de los israelitas proviene de la época mosaica y no de la monarquía davídica.

Luego del quiebre de la monarquía se quiso reencontrar otro fundamento para reconstruir la comunidad de Israel: una base más sólida que debía ser más antigua. Y por ello se pasó de David a Moisés. Dado que Moisés precede a la monarquía ésta esta sometida a la ley de Moisés y será juzgada por ella. Así razona la “historia deuteronomista”. Para el relato sacerdotal era importante mostrar la unión entre la historia de Israel y la creación del mundo: las alianzas con Noé y Abrahán son superiores a la del Sinaí porque son más antiguas.

Aquello que vale para el culto vale también para los relatos del Génesis sobre la creación y los patriarcas.¿Por qué se remontan a ellos y no a Moisés? La respuesta está en el post exilio cuando fue compuesto el Pentateuco en su estado final. Los textos de Gn 1-11 en ese contexto tienen como objetivo demostrar que el Dios de Israel no le envidia nada a las otras divinidades. Israel no inventa a un Dios creador, más bien se trata de una profundización de su fe en un contexto histórico concreto.

En conclusión: se ve claramente que los textos del Pentateuco quieren demostrar la antigüedad de las tradiciones de Israel: Israel es más antiguo que la monarquía y que la conquista del país. El Dios del éxodo es el Dios de los patriarcas. El Dios de Israel es el creador del universo. Esta antigüedad es esencial para poder demostrar el valor de las tradiciones frente a las naciones. Y dentro del pueblo, sobre todo se trata de reconstruir y unir a los miembros del Israel post exílico.

 

La ley de la conservación: (no se elimina nada)

 

Esta segunda ley es consecuencia de la anterior: si aquello que es antiguo tiene valor, es imposible eliminarlo. Si una tradición es antigua será conservada aunque esté superada. Una ley no será abolida aunque ya no sea aplicable. La sociedad antigua es fundamentalmente conservadora. No se elimina, se corrige, se interpreta.

El ejemplo más llamativo es el de los tres códigos legislativos. El “código deuteronómico” (Dt 12-26) que se presenta en su conjunto como revisión del “código de la alianza” (Éx 21-23). La “ley de santidad” (Lv 17-26) retoma y amplía en varios puntos el trabajo de reinterpretación y actualización.

Sin llegar a admitir una teoría evolucionista del derecho bíblico sorprende encontrar tres códigos diferentes que tratan de casos similares de manera disímil. Aunque en algunos puntos se contradicen la Biblia ha conservado los tres códigos y otras leyes. Todas las leyes han sido promulgadas por el mismo Dios en el mismo monte Sinaí y transmitidas por Moisés.

Desde el punto de vista formal los tres códigos no tienen diferencias esenciales. Para saber cual es la ley que estaba vigente en un caso concreto hay que realizar un trabajo exegético.

Lo mismo en las narraciones aparecen distintas versiones yuxtapuestas, pero no armonizadas. Ej: tenemos dos versiones de la alianza de Yahvé con Abrahán (Gn 15 y Gn 17) y se han conservado ambas. Hay tres versiones de la mujer hermana, Gn 20 sería una versión revisada y corregida de la primera de Gn 12,10-20, sin embargo encontramos la primera también. La segunda podría sustituir a la primera pero no es así.

Y en los pocos casos donde tenemos en un mismo relato dos versiones combinadas de un mismo hecho, la versión más reciente no ocupa el puesto de la más antigua. Ej Gn 6-9; Éx 14; Núm 13-14. En Gn 1-3 tenemos los dos relatos de la creación. En la medida de lo posible la Biblia ha querido conservar lo que la tradición había transmitido.

Esta regla es más rígida en las últimas fases del proceso de transmisión. En los primeros estadios de la composición los redactores y editores se sintieron más libres para reformular un texto antiguo según un estilo y unos criterios propios. Se agudizó durante el período del segundo templo por las razones que se verán a continuación.

 

La ley de continuidad y de la actualidad

 

Si bien el mundo antiguo es conservador también es verdad que conserva sólo aquello que tiene valor para el presente. En el Pentateuco se entrecruzan dos deseos: por un lado se busca establecer una unión con un pasado remoto y por el otro se quiere demostrar que las tradiciones conservan su validez en el presente.

Israel no conserva sus tradiciones para contemplarlas como en un museo sino que su interés por el pasado está ligado a las preocupaciones presentes. Es el Deuteronomio el libro que más insiste en esto dentro del Pentateuco.

Pasaje característico es el capítulo 5 que introduce el relato de la teofanía del Sinaí. Ver 5,3 la alianza no pertenece al pasado sino al presente. La predilección del Dt por la voz: “Hoy” muestra su voluntad de “actualización”. La preocupación por la validez del pasado aflora en varios pasajes del Deutero Isaías (Is 43,18-19). Esto parece contradecir lo dicho anteriormente: ¿cómo puede Yahvé pedir que olviden las cosas antiguas si sólo ellas tienen valor? El problema en este contexto es diferente. La tentación para el Israel post exílico era la nostalgia de un pasado remoto pero sin incidencia en el presente. Yahvé ha estado activo pero no olvidado de su pueblo. Sión ha dicho Yahvé me ha olvidado, el Señor me ha olvidado” (Is 49,14.). Es decir la fe de Israel es cosa del pasado. En el presente después del exilio el Dios de Israel ya no actúa. Por ello hace falta encontrar otros caminos. El Pentateuco por el contrario quiere demostrar la validez de las antiguas tradiciones para la comunidad post exílica.

La reinterpretación de las leyes antiguas por parte de los códigos más recientes es señal evidente de la necesidad de adaptar el derecho a las nuevas situaciones. Esto vale también para los esclavos, el préstamo, la celebración de las fiestas.

 

La ley de la economía: sólo se escribe cuando es necesario.

 

Problemas materiales: material costoso, pocos escribas capaces de escribir, todo se hacía a mano. Un escriba que escribiera hoy toda la Torá tardaría cerca de un año y necesitaría coser cerca de 62 pellejos de animales. Escribir un rollo requería tiempo. El espacio se aprovechaba al máximo. Poco espacio entre renglones y márgenes. Los primeros manuscritos importantes que poseemos se remontan al período de Qumrán. Según estudios recién en los siglos VIII y VII se habrían dado las condiciones para el desarrollo de una actividad literaria de alto nivel. Datos arqueológicos y estudios recientes no favorecen la hipótesis del Yavista. Tal vez Samaría habría escrito antes que Judá. Tampoco es verosímil la posibilidad de insertar tantos añadidos por el poco espacio y por ser un texto sagrado.

 

Los paralelos extra bíblicos:

 

Aunque en los últimos tiempos las distintas teorías sobre la formación del Pentateuco han sido objeto de críticas por los seguidores de las lecturas sincrónicas el estudio de los paralelos extra bíblicos muestra que los textos tienen una larga historia y que es posible desentrañarla. Hay varios tipos de textos a disposición de los exegetas: códigos legislativos, textos narrativos religiosos y profanos, anales históricos, crónicas de batallas militares, agendas de viaje.

Existen muchos estudios comparativos entre la legislación bíblica y la de Mesopotamia y el imperio hitita. La presencia de varios códigos legislativos mesopotámicos, fechables con cierta seguridad, muestra que el derecho puede y hasta debe cambiar cuando se producen cambios políticos, económicos o sociales importantes. En las leyes hititas a veces se encuentran las expresiones: antes/ahora.[2] Este ejemplo es muy raro en la Biblia, excepto en Rut 4,7 donde hay explicación del narrador diciendo que la costumbre ya no era conocida por sus destinatarios.[3] En el Pentateuco no encontramos nada parecido y es difícil admitir corrección explícita cuando toda la ley esta ratificada  por la ley divina. Los autores bíblicos usaron medios menos explícitos para dar a entender cuales eran las leyes vigentes. En fenómeno de la evolución en el derecho en Medio Oriente antiguo es bien conocido y no debe sorprender encontrarlo en la Biblia.

También respecto a los relatos existe en la literatura del Medio Oriente Antiguo ejemplo de técnicas redaccionales similares a las sugeridas por los críticos del Pentateuco.

Se ha hecho un estudio sobre la epopeya de Gilgamesh. La arqueología ha desenterrado gran cantidad de copias o fragmentos de distintas épocas que permiten reconstruir las fases de formación del texto de esta epopeya.

Tigay distingue cuatro fases principales en su evolución: un relato aislado escrito en sumerio (2100 a.C.), primer relato compilado en acadio del primer período babilónico (2000 – 1600 a.C.); revisiones de la época babilónica intermedia (1600 -1000 a.C.) y finalmente la versión babilónica clásica conocida por la copia encontrada en la biblioteca de Asurbanipal (668 – 627 a.C.). Las diferencias entre los dos estadios: sumerio y acadio son muchas. Los episodios sueltos se integran en una trama unida: Enkidu (amigo de Gilgamesh) permite conectar los elementos.

 

Conclusión: hay puntos en común entre la evolución de la epopeya de Gilgamesh (tal como ha sido reconstruida por los asiriólogos) y el modelo propuesto por Gunkel a principios del siglo XX “el Génesis como una recopilación de sagas”. El Génesis formado por pequeñas unidades narrativas independientes = epopeya de Gilgamesh que nace de relatos sobre el mismo héroe pero sin relación entre ellos.

La hipótesis de los fragmentos como preferible a otras hipótesis. Pero se debe tener en cuenta que en el Génesis y en el resto del Pentateuco hay varios ciclos narrativos (en la epopeya no). La situación no se puede comparar del mismo modo. En todo caso Tigay hace posible una hipótesis: la formación del Pentateuco en dos etapas: pequeñas unidades (fragmentos) a uno o más documentos.

Es de notar también que tanto en la epopeya como en el Pentateuco las diversas fuentes no usan el mismo estilo o vocabulario. Las diferentes versiones del mismo episodio usan nombres distintos: Jacob/Israel; Raguel/Jetró/Jobab, Yahvé/Elohim. En la epopeya el héroe es Utnapistim/Atrahasis, esposa/mujer. Tampoco se deben olvidar las diferencias esenciales entre el Pentateuco y la epopeya: uno es un texto sagrado fundante y normativo para Israel y el otro, si bien ocupa un puesto importante en la cultura mesopotámica no puede considerarse normativo.

 

 

 

 



[1] Extractado de: Jean Lous Ska, “Introducción a la lectura del Pentateuco”, Editorial Verbo divino, Navarra, 2001.
[2] “Si alguien deja ciega a una persona libre o le rompe los dientes, antes tenía que pagarle una mina de plata, pero ahora se pagan veinte siclos de plata” (Leyes hititas cap. 7).
[3]Antiguamente en Israel, cuando se trataba de compras o cambios, había la siguiente costumbre: uno se quitaba la sandalia (vendedor)  y se la entregaba al otro (comprador), así se hacía en Israel”.

El libro del Éxodo


El libro del Éxodo

 

En Éx 2,24 se dice que Dios recuerda la Alianza con Abraham, Isaac y Jacob. Es una mirada retrospectiva al libro del Génesis y a las promesas hechas a los patriarcas de que su descendencia sería numerosa y finalmente heredaría la tierra prometida. La historia de José (Gn 37-50) establece a Jacob y sus hijos en la tierra de Egipto. Así el lector queda a la espera del momento en que sus descendientes verán cumplida esta promesa.

El éxodo o salida de Egipto se encuentra en el corazón de la experiencia de fe de Israel. El Dios que actúa en su favor no es una divinidad insignificante del antiguo Oriente. Es como dice Éx 20,2: “Yo soy el Señor, tu Dios, el que te sacó de Egipto, de aquel lugar de esclavitud”. Será en el éxodo donde Israel surge como pueblo de Dios. Éx 6,7 lo comprendió así: “Los tomaré para que sean mi pueblo y yo será vuestro Dios”.

 

Secciones principales del libro:

Se distinguen tres secciones principales basados en la posición geográfica de Israel:

1.      Israel en Egipto       Éx1,1-13,16

2.      Israel en el desierto  Éx 13,17-18,27

3.      Israel en el Sinaí       Éx 19,1-40,38

·        La alianza (Éx 19-24)

·        La ruptura de la alianza y su renovación (32-34)

·        Las normas para la construcción del santuario y su ejecución (25-31; 35-40)

 

Principales temas teológicos:

 

·        La presencia divina:

En 2,23-24 el autor señala la ausencia de Dios y luego su presencia. Intervención de Dios en su elección de Moisés, de la plagas y en el capítulo 33 se ven 4 estampas sobre las formas de la presencia de Dios en Israel.

 

·        Liberación: elemento básico del credo de Israel. Dios se convierte en objeto de conocimiento y confianza como el gran liberador: Yavhé nos sacó de Egipto” frase que caracteriza este hecho.

 

·        Carácter central del culto: éxodo entiende a Israel como una comunidad cultual. Se le dedica un amplio espacio a las instrucciones para construir el santuario (cap. 25-31; 35-40). Esto se debe a la conciencia de la presencia de Dios en el culto. Las indicaciones para celebrar la Pascua y los panes ácimos (12,1-18.40-51) acentúan también el llamado de Israel a reconocer a Dios en la liturgia. El libro del Éxodo concluye con la consagración de la tienda del encuentro (Éx 40,34-38) y esto nos da una clave interpretativa del libro. La nube y la gloria recuerdan a 1Re 8,10-13 como Dios habita el templo de Salomón.

 

·        Sentido de la Alianza: En los 10 mandamientos (20,1-21), en el código de la Alianza (20,22--23,23), el dodecálogo (34,10-26) etc. Israel responde de forma personal a la Alianza. No como una imposición desde afuera sino como un conocimiento desde adentro de la necesidad de honrar y respetar al Dios de la Alianza.

 

·        Yavhé como Señor de la historia: no elimina el Señor la libertad del faraón pero no obstante los textos dejan claro que Dios rige el destino de Israel y no permitirá oposición alguna.

 

·        La soberanía de Dios: En Éx 1—15 el problema fundamental consiste en saber quien es el verdadero soberano de Israel y a quien debe servir Israel: al faraón o a Yavhé. La cuestión aparece más claramente en el transcurso de las plagas (Ëx 7—1) y en el relato del paso del mar (Ëx 14). Aquí Yavhé manifiesta su soberanía.

 

·        Yavhé como guerrero divino: en su historia Israel elaboró conceptos diferentes de Dios. El que domina en el libro del Éxodo es el de Yavhé como guerrero divino. Así las plagas son una muestra del poder de Dios en la guerra. También 14,1-15,21.

 

·        Otros temas son: Moisés como profeta de Dios y mediador de la Alianza y también el papel de algunas mujeres sin las cuales Moisés no hubiera sobrevivido (Éx 4,24-25; 15,1-21).

 

Tipo de literatura: claramente no es un tratado de historia, es literatura popular. Se observan diversas formas literarias y convergen en el libro varias tradiciones teológicas distintas.

 

Relecturas[1] en el AT

 

Los datos bíblicos en el AT que tienen como referencia al éxodo son muy amplios. Algunos ejemplos:

Oseas que se refiere al desierto y a la alianza desde una perspectiva nupcial (Os 2,16-17).

Jeremías: con sus propuestas reinterpretativas (Jer 2,2.6; 7,22.25; 11,4)

Ezequiel con sus alegorías en los capítulos 16,20 y 23 que son meditaciones sobre la historia de Israel a la luz del éxodo.

Los salmos históricos que giran en torno al éxodo (Sal 78,12-54; 95,7-11; 136,10-21)

Libro de la Sabiduría donde el éxodo es leído en clave espiritual y escatológica (Sab 10—19).

Is 43,17-21 (el 2do.Is.) que lee a la luz de Cristo el segundo éxodo en Babilonia.

 

Relecturas en el NT

 

En la perspectiva neotestamentaria Jesús cumplió el tercer y definitivo éxodo hacia la libertad plena del “reino”. Él como guía y pastor (Heb 5,31) conduce al nuevo pueblo a la Jerusalén celestial.

En el libro del Apocalipsis que es un canto de esperanza cristiana que se convierte en la crónica teológica del itinerario del éxodo perfecto y cósmico a través del desierto de las crisis internas de la Iglesia y de las persecuciones externas y la opresión de los nuevos faraones (la bestia – la prostituta) Ap 3,12; 14,8; 15,3-4; 16,19; 17,5.

El éxodo está alusivamente presente en todo el NT. Hay citas directas e indirectas del libro en todas partes con la técnica del “enlace” típico entre la antigua alianza y la nueva alianza.

La teología neotestamentaria de la redención utiliza las categorías y el léxico del éxodo. Esteban en su discurso considera al éxodo como elemento fundamental de la historia de la salvación (Hch 7,9ss). Pablo como prefiguración de la redención realizada por Cristo (Hch 3,16-41). En 1Co 10,1-5 Pablo ofrece un midrásh[2] cristiano de la roca del desierto.

Mateo ve en Jesús niño repetirse el episodio del éxodo (Mt 2,15) y la construcción de su evangelio como “Pentateuco” de discursos. Desde el monte lanza Jesús su nueva toráh. Las tentaciones en el desierto, etc.

La catequesis bautismal de 1Pe interpreta la existencia cristiana a la luz del rito pascual identificando a la asamblea de los bautizados como la auténtica comunidad nacida en el Sinaí. 1Pe 2,9 “Vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real…. Cfr. con Éx 19,6.

Pero sobre todo en el evangelio de Juan es como el éxodo se convierte en entramado simbólico teológico de muchas partes del evangelio y de la figura de Jesús. Aparece en el prólogo (Jn 1,17), los “Yo soy” del Éx 3 a la persona de Jesús (4,26; 6,20, etc). Llama “signos” a los milagros como las plagas de Egipto. El Cordero al que se alude en 1,29. El maná (6,22-59), el agua del éxodo en 3,5; 4,14, la serpiente de bronce (3,14-15).

Conclusión: es el libro del Éxodo la estructura teológica, simbólica y literaria sobre la que el cristianismo va confrontando y comprendiendo su experiencia.



[1] Se trata de un texto escrito producido en determinado contexto que es leído en un contexto diferente. Un texto posterior vuelve sobre un texto anterior.
[2] Midrash: palabra hebrea que se traduce como “explicación” y designa un método de interpretación de la SE empleado por los rabinos. Se parte de un texto bíblico para actualizarlo y llevarlo a la vida de los creyentes. Dicho texto se enriquece y se amplía.

El Libro del Génesis


El libro del Génesis

 

Introducción a los libros del Pentateuco

 

Comienza el libro del Génesis con la creación de todas las cosas, cada una en su lugar y un Dios que las considera todas buenas y que puede descansar y deleitarse contemplando su belleza. Al final del Pentateuco, en el libro del Deuteronomio está el pueblo israelita reunido en la frontera del país de Canaán con la esperanza de encontrar allí un hogar permanente para ellos. Y en medio se narra la historia de un viaje por el desierto donde hay fracasos y éxitos. Se incluyen pruebas por las que parece que hay que pasar y muchas historias son de promesas y de cumplimiento. Estos hombres y mujeres representan la lucha humana para decidirse por Dios y en contra del mal.

El Pentateuco presenta una forma triangular: en el centro de la narración la acción conduce al Monte Sinaí y después desciende y se aleja de la montana hacia la tierra prometida. En el Sinaí se encuentra la Toráh. Esta se convierte en el centro del drama del Pentateuco. Promulgada de manera solemne y con detalle se extiende de Éx 19 a Nm 10. Se presenta como la voluntad más completa de Dios para Israel. El Génesis da comienzo a estos acontecimientos contando las luchas de los primeros seres humanos y de los grandes antepasados tribales. Concuerda con el propósito del libro del Deuteronomio: convencer que vale la pena confiar en las promesas de Dios. Génesis como comienzo de la gran historia (que se narra en la Historia Deuteronomista: libros de Josué a 2 Reyes) es el que fundamenta la existencia de Israel como estado independiente. Génesis también prepara para gustar todo lo que vendrá. Los cinco libros del Pentateuco tienen distintas dimensiones. El más breve es el Levítico con 27 capítulos y el más extenso es el Génesis con 50 capítulos. El libro del Éxodo con 40 capítulos y el de los Números con 36 capítulos son de similar magnitud. Y el Deuteronomio es algo mayor que el Levítco con 34 capítulos. En una edición sin notas se necesitarían unas 350 páginas. Materialmente sería muy difícil haber escrito todo el Pentateuco en un solo rollo. Se calcula que una pieza de tal dimensión tendría que medir más o menos unos 33 metros de largo. No sería del todo imposible ya que se habla de un rollo que contenía toda la obra de Homero (La Ilíada y la Odisea) que mediría unos 50 metros. Pero un rollo de tal envergadura no sería muy práctico pensando en una lectura pública sinagogal o personal. En Qumrán, los rollos más extensos son el Rollo del Templo de 8,75 metros. Los rollos del Pentateuco medirían aproximadamente cada uno unos 6 y 7 metros.

La división a veces puede ser un tanto arbitraria por ejemplo la familia de Jacob se establece en Egipto en Gn 46 y el libro del Éxodo que podría haber empezado aquí empieza más tarde. La perícopa del Sinaí comienza en Éx 19 y termina en Nm 10,10.

 

El libro del Génesis describe los orígenes de Israel y los otros cuatro la organización del pueblo bajo la guía de Moisés. Estructuralmente el final del Dt se corresponde con el final del Gn. La muerte de José concluye el período de los patriarcas (Gn 50,26) y la muerte de Moisés concluye otro período, el de la esclavitud de Israel en el desierto y la construcción del pueblo como pueblo de Dios. Las bendiciones de Jacob (Gn 49) se corresponden con la de Moisés (Dt 33). Las instituciones y conclusiones de los libros del Lv y Nm y la introducción al Dt resaltan el carácter legislativo de estos libros y la figura de Moisés como mediador entre Yavhé y el pueblo y la importancia del Sinaí y de las estepas de Moab como lugar teológico de la ley.

 

 

El libro del Génesis

 

Estructura:

·         La primera característica es que narra la historia de diferentes figuras importantes que cronológicamente vivieron una luego de la otra. El libro se centra en: Adán y Eva, Caín y Abel, Noé, Abraham y Sara, Isaac (Rebeca); Jacob (Raquel y Lía); José. Lo esencial de estas figuras son sus decisiones clave y su encuentro con Dios. No son todos héroes pero son modelo de respuesta humana a Dios.

·         La segunda característica: hay diferencia notable entre los capítulos 1 al 11 y del 12 al 50. Gn 11,32 marca el final y 12,1 el comienzo de una nueva llamada de Dios. Las historias de los 11 primeros capítulos guardan mucha semejanza con otras historias religiosas de creación del antiguo Oriente, historias que se clasifican como mitos y los antepasados de los que se habla son los de toda la humanidad. Del capítulo 12 al 50 la narración es más específica e identifica los lugares y nombres como antepasados de Israel. Sus historias se vinculan a la promesa de una tierra y de una nación futura que será el Israel histórico como lo conocemos. Estos últimos 39 capítulos no se asemejan a los mitos clásicos y han sido clasificados como “sagas”.

Diagrama con divisiones literarias

 Gn 1-11
 
Gn 12—50
 
a) Gn 1-3
Creación del mundo y de la humanidad bendecidos por Dios pero amenazados por el pecado
a) Gn 12-23
Abraham y su familia reciben la bendición. Sus luchas
b) Gn 4-5
El pecado se extiende hasta el odio entre hermanos, pero la bendición de Dios sigue construyendo
b) Gn 24-27
La bendición y la promesa a una nueva generación. Sigue la lucha por abrirse camino.
c) Gn 6-9
Dios decide castigar a la humanidad donde el mal ha superado al bien (Noé) para comenzar de nuevo.
c) Gn 27-36
    Gn 48-50
Jacob
d) Gn 10-11
Se renueva la bendición pero el pecado continúa.
d) Gn 37-47
    Gn 48-50
José es el medio para que Dios lleve a Egipto a sus hijos. Parece la tierra prometida pero no lo es.

 

El diagrama anterior muestra como se intensifica la trama y el drama del mal. Primero los seres humanos son engañados y pecan, luego la pasión se apodera de Caín, luego la codicia, el exceso, la embriaguez hasta la arrogancia de querer alcanzar el cielo con una torre. Dios ofrece el perdón permanentemente y restaura la bendición aunque castiga el pecado. En los capítulos 12 al 50 la promesa empieza con una esperanza contra toda esperanza. Crece la promesa hasta formar un clan de 12 tribus y llegan a Egipto. El drama no terminará allí.

 

La fórmula de las toledot (generaciones)

 

La fórmula se encuentra diez veces en el libro (once si tiene en cuenta que 36,9 repite 36,1):

2,4; 5,1; 6,9; 10,1; 11,10; 11,17; 25, 12; 25,19; 36,1(9); 37,2.

La palabra toledot (heb) tiene el mismo significado en todos los contextos. Significa: “Aquello que ha sido generado de…” Unas veces, a esta fórmula le sigue simplemente una lista de nombres, por ejemplo, una genealogía (5,1; 10,1; 11,10; 25,12; 36,1.9). Y otras, le acompaña una narración (2,4; 6,9; 11,27; 25,19; 37,2). Pero dicha narración ofrece una particularidad: se trata siempre de descendientes del personaje mencionado en la fórmula. Por ejemplo, la fórmula de 6,9 introduce la historia de Noé y su familia; la de 11,17 la historia de los descendientes de Téraj especialmente de Abraham.

Aunque el significado de la palabra toledot es el mismo: “generación de…”, sin embargo la misma palabra tiene dos usos, en unos casos introduce una genealogía, en otros en cambio un relato. Si el “uso” varía el “significado” es el mismo.

 

Trascendencia teológica del Génesis

En Gn 1-11 hay varias afirmaciones teológicas: el mundo no está bajo el poder del caos, sino gobernado por un plan claro de la sabiduría divina. El reconocimiento de que la palabra y el espíritu de Dios están activos en el mundo. Dios se revela al mundo con una comunicación universal, pero más claramente a Israel con una comunicación particular. La historia y no el tiempo mítico, se convierte en el escenario donde se ha de descubrir a Dios y la historia continúa y brinda oportunidades de arrepentirse, de crecer, de oír más plenamente a Dios. La historia nunca es estática. Aunque los hombres pequen y perturben la bondad de Dios en la creación, Dios también puede reparar esas rupturas. Así Dios concede a la humanidad la libertad para pecar o para obedecer. Esto limita su omnipotencia divina pero Dios compensa esto estando en comunicación y permaneciendo presente en el mundo. Esta perspectiva sobre el plan maestro de Dios para la humanidad es fundamental para el modo en que Gn 12—50 trata de Abraham y los patriarcas. La elección de Israel se realiza a través de la fe y la confianza en las promesas de Dios. Esta fe y confianza se aprende al encontrar al Dios vivo y recordarlo de generación en generación y educando a la próxima generación.

El texto definitivo es del siglo V a.C. después de ser largamente comunicado en las tradiciones orales y redactadas parcialmente ya que según los procedimientos mnemotécnicos del pueblo semita la transmisión se hacía a través de la voz, la memoria y los primeros escritos con gran fidelidad aunque también con ciertas actualizaciones respecto a las nuevas exigencias de la comunidad en la cual se transmitían esos datos (aldeas, asambleas litúrgicas, enseñanza de padres a hijos, ect). Estas corrientes de palabras, imágenes y de acontecimientos se transformaron en ríos que formaron las tradiciones que más tarde se llamarían Yavista, Elohista y Sacerdotal si adherimos a la hipótesis documentaria.

El primer artículo de fe del credo israelita (Dt 26,5-9; Js 24,1ss) es la vocación y el don de la fe de los patriarcas, raíz de la cual se va desarrollando el pueblo elegido y la historia de la salvación.

domingo, 21 de abril de 2013

La formación del Pentateuco

https://docs.google.com/file/d/0B-d1afPTQV_nNWx1XzZVcVU3bzg/edit?usp=drive_web

Pentateuco II autoria mosaica


El Pentateuco

 

Autoría mosaica: tradicionalmente en el cristianismo como en el judaísmo se presentaba a Moisés como autor de todo el Pentateuco y así se leyó durante 1500 años. En la época patrística los problemas críticos no atraen la atención ya que la preocupación era de orden teológico y apologético. Había que defender al cristianismo de las polémicas con el judaísmo y frente a la cultura clásica. El helenismo pudo influir ya que toda gran obra no podía ser anónima. Toda gran obra iba acompañada de un gran nombre. Si bien en algunos textos se dice que Moisés escribió ciertas cosas (Éx 24,4; Éx 17,14) nunca se afirma que sea el autor de todo el Pentateuco. Hoy nos preguntamos como se le ocurrió a alguien por primera vez creer que Moisés fue el autor de todo el Pentateuco.

Explicaciones posibles: el interés por la autoría y redacción de los libros no surgió hasta la antigüedad tardía. La Sabiduría de Ben Sirá (el Eclesiásstico) escrito a comienzos del siglo II a.C. es el primer libro judío en el que el autor se identifica (Eclo 50,29). Casi por la misma época algunas polémicas llevaron a apologistas judíos a comparar a Moisés como legislador y redactor de la epopeya judía con sus rivales griegos. También Josefo que nombra a Moisés como autor de los cinco libros que contienen leyes y tradiciones (Contra Apión II,37-40). Dado que en el Pentateuco aparecen expresiones como “el libro de la ley de Moisés” se entiende que se atribuyesen a él las leyes y a veces los relatos en que esas leyes están insertas. También juega un papel importante la idea de que la inspiración se canaliza a través de individuos con nombres concretos. Hay estrecha relación entre Moisés y la ley atestiguada en el Deuteronomio y que se vuelve lugar común en la época del segundo templo y que explica que se le atribuya todo el libro. También se hizo común atribuir las obras sapienciales a Salomón y los himnos a David. Y a Moisés todas las leyes independientemente del tiempo y lugar en que fueron redactadas y promulgadas se revistieron de su autoridad. Así todo el Pentateuco y el Deuteronomio en concreto son ejemplo muy antiguo de pseudos epigrafía judía, un género bien documentado a partir del siglo II a.C.

 

Argumentos contra la teoría que sostiene la autoría mosaica de todo el Pentateuco

 

 

a) Cortes y tropiezos en la narración

- Al relato de la creación (Gn 1,1-2,4a) sigue otro relato que vuelve a los orígenes y se expresa en categorías muy distintas (Gn 2,4b-24).

- Después del nacimiento de Set (Gn 4,26), se vuelve a los orígenes de Adán (Gn 5,1).

- En Ex 19,24s, Dios ordena a Moisés que baje del monte y suba de nuevo con Aarón. Pero el relato se interrumpe para dar paso al decálogo.

- Estos ejemplos, que podrían multiplicarse hasta la saciedad, son impensables si la obra ha sido escrita por la misma persona.

b) Tradiciones duplicadas y triplicadas

- Dos relatos de la creación (Gn 1,1-2,4a; 2,4b-24).

- Dos descendencias de Adán (Gn 4 y 5).

- Dos relatos del diluvio, mezclados en Gn 6-9.

- Tres veces la esposa en peligro (Gn 12,l0ss; 20; 26).

- Dos pactos de Dios con Abraham (Gn 15 y 17).

- Dos relatos de la vocación de Moisés (Ex 3 y 6).

- Dos promulgaciones del decálogo (Ex 20 y Dt 5).

- Ley sobre los esclavos (Ex 21 y Dt 15,12-28).

- Leyes sobre homicidio (Ex 21; Dt 19; Nm 35).

- Diversos catálogos de fiestas (Ex 23,14ss; 34,18ss; Dt 16,1ss; Lev 23,4ss; Núm 28-29).

c) Tradiciones distintas e incluso opuestas

- En Gn 1, Dios crea al hombre y la mujer al mismo tiempo, como culmen de la creación; en Gn 2 crea al hombre antes que a los animales, y por último a la mujer.

- En Gn 6,19s se ordena a Noé introducir en el arca una pareja de cada viviente; en 7,2 se trata de siete parejas de animales puros y una de impuros.

- En Gn 7,6s tiene lugar el diluvio, y Noé entra en el arca; en 7,l0 se dice que el diluvio ocurrió una semana más tarde. En 7,11 vuelve a hablarse de los comienzos del diluvio y en 7,13 de la entrada de Noé.

- En Gn 37,28, los madianitas sacan a José del pozo donde lo habían metido sus hermanos, lo venden a los ismaelitas, y éstos lo llevan a Egipto. En 37,36 son los madianitas quienes lo venden en Egipto a Putifar. Y en 39,1, Putifar lo compra a los ismaelitas.

- En Ex 33,7 se dice que la tienda de reunión estaba situada fuera del campamento; en Núm 2,2, que los israelitas debían acampar en torno a ella.

- En Éx 16,14-35 se habla del maná como de un milagro divino. En Núm 11,6-9, como de un fenómeno natural.

- En Núm 9,17s se dice que la nube guiaba a los israelitas por el desierto. En Núm l0,31, Moisés no cuenta con esa ayuda y pide a Jobab que los acompañe. En Núm l0,33, quien guía al pueblo es el arca. Tres tradiciones distintas en poco más de una página.

- La duración de la fiesta de las chozas es de siete días según Dt 16,15, y de ocho según Lev 23,36.

- En caso de homicidio no intencionado, el lugar de asilo es el altar según Ex 21,12ss. Pero en Dt 19,1-13 y Núm 35,9-24 no se menciona el altar, sino que se especifican unas ciudades de refugio para el culpable.

d) Anacronismos

- En Gn 12,6 y 13,7 se dice: “en aquel tiempo habitaban allí los cananeos”. El autor supone que quienes habitan ahora la tierra son los israelitas. La afirmación carece de sentido en tiempos de Moisés.

- En Gn 21,34; 26,14.15.18; Éx 13,17 se menciona a los filisteos, que ocuparon el territorio después de la muerte de Moisés.

- En Gn 36,31 se habla de los reyes edomitas que existieron “antes de que los israelitas tuvieran rey”; quien escribe esta frase conoce la existencia de monarcas en Israel, cosa que sólo ocurrió dos siglos después de la muerte de Moisés.

e) Diferencias de vocabulario

- En algunos textos se da a Dios el nombre genérico de Elohím; en otros, su nombre concreto, Yahveh. Esta distinción, que al profano puede parecer intrascendente, fue la que permitió el análisis inicial de las fuentes del Pentateuco.

- Al monte donde Dios se revela se lo llama en unos casos Sinaí y en otros Horeb.

- El suegro de Moisés se llama Ragüel en Ex 2,18 y Jetró en Ex 3,1; 18,1.2.6.12.

f) Diferencias de estilo

El libro del Deuteronomio se caracteriza por un estilo oratorio, retórico y ampuloso, típico de ciertas formas de predicación o exhortación. Ciertas partes del Pentateuco poseen un estilo preciso y seco, con frases que se repiten machaconamente, como en el primer relato de la creación (Gn 1). Otras secciones presentan un estilo narrativo ágil y vivaz; analizan la psicología de los personajes, hablan de Dios como si fuese un hombre que se pasea por la tarde, come, etc. (antropomorfismos).

En este punto, podría objetarse que el mismo autor puede usar estilos muy distintos, según las circunstancias y la materia que trata. Es cierto. Pero la cuestión es más complicada en el Pentateuco. El estilo varía notablemente incluso cuando se habla de los mismos episodios.

Todos estos argumentos, que podrían multiplicarse, han creado la profunda convicción de que el Pentateuco no pudo ser escrito por un solo autor, Moisés. Se advierte un proceso de formación muy largo y complejo, que hasta el día de hoy no ha sido suficientemente clarificado. Lo más probable es que nunca lo conozcamos con seguridad. Pero es interesante tener una idea general de las principales hipótesis que se han formulado sobre este problema.

 

 

 

 

La exégesis moderna: está en una presentación en PP

Pentateuco I Introducción


El Pentateuco

 

Introducción:

 

Desde su puesta por escrito el Pentateuco ha gozado de capital importancia tanto en el judaísmo como posteriormente en el cristianismo ya que en el se recoge la ley (la Torah) de Dios. No por ello se debe entender que el Pentateuco sea un código legislativo, aunque la gran mayoría de las leyes bíblicas están aquí. Contiene también numerosos relatos. Éstos, de algún modo también son normativos ya que en ellos se expresa como quiere Dios que se comporte el hombre. Entonces estos relatos tienen valor de ley.

La importancia que tuvo en el Judaísmo primitivo se ve en el tratamiento peculiar que la Torah tuvo en el culto sinagogal. El pueblo exiliado en Babilonia trata de mantener su identidad religiosa en la Sinagoga ya que el Templo había sido destruido. Esta identidad religiosa se centra en aquellos rasgos que lo diferenciaban de los demás: el descanso sabático y su solemnización (del sábado y de otras fiestas) en una liturgia que supliera a la del Templo. Así nace la Sinagoga y en esta liturgia ocupa un puesto importante la lectura de la Ley y los Profetas. Se leía un versículo de la Torá y luego se traducía al arameo, la lengua del Imperio. Fue necesario traducir los textos al arameo y es en el modo como se traducían estos textos donde percibimos el distinto valor que se concedía a la Ley y a los Profetas. Se leía un versículo y se traducía, con los Profetas en cambio se leían 3 versículos y se traducían en su conjunto. Además la Torá debía leerse toda, sin saltar ningún pasaje, en cambio había textos de los Profetas que no se leían en la liturgia sinagogal.

En el cristianismo goza también de gran autoridad a pesar de que la ley ha sido sustituida por el evangelio de la gracia. Jesús se refiere a ella con frecuencia y afirma que no ha venido a abolirla sino a dar cumplimiento (Cfr. Mt 5,17-20). San Pablo la cita unas 90 veces en sus cartas y los Padres la comentan abundantemente. La exégesis histórica crítica nace comentando al Pentateuco.

 

Nombre: siguiendo una antigua tradición que ya se encuentra en la traducción griega de los LXX el Pentateuco se presenta como un conjunto de libros que comprende los cinco primeros libros de la Biblia (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) La palabra griega pentateuchos de la cual procede la latina pentateuchus “Pentateuco” se compone de los términos penta, que significa “cinco” y teuchos que significa genéricamente “instrumento”, “arnés”, “utensillo”. Este último término designaba primeramente al estuche o recipiente cilíndrico de los rollos; después por derivación designó al contenido, es decir a los “rollos”. Por lo tanto “Pentateuco” significa “cinco libros” o mejor “cinco rollos”. En realidad al principio se trataba de un solo libro designado como Torá y dividido a causa de su gran volumen.

El término fue empleado por primera vez por Tolomeo (gnóstico del s. II d.C.) en su Carta a Flora. Tertuliano la latinizó a principios del siglo III a.C. y la convirtió en un vocablo neutro: pentateuchus.

El Pentateuco es la primera parte del AT y de la Biblia hebrea. Se trataba como se dijo, de un sólo libro que por su volumen se dividió en varias partes. Si bien su división es funcional no fue caprichosa. Se ha realizado buscando puntos de ruptura importantes. Gn: termina el relato patriarcal, Éx comienza la historia del pueblo de Israel, Lv: regulación del culto, Núm: se reemprende la marcha desde el Sinaí a la tierra prometida, Dt: discurso de Moisés.

Estos cinco nombres asumidos por la versión latina de la Vulgata provienen de la traducción griega de los LXX y reflejan de algún modo su contenido que es el que nosotros conservamos actualmente: Gn: el origen del mundo; Éx: la salida de Egipto; Lv: la legislación relativa a los levitas; Num: por los censos relatados; Dt: la segunda ley dada en las llanuras de Moab que parecen completar las prescripciones del Sinaí.

En hebreo, sin embargo, los títulos de los libros se corresponden con la primera palabra importante del comienzo de la obra.[1]

Los Padres de la Iglesia utilizaban el término Pentateuco hablando de ellos preferentemente como la “ley” o la “ley de Moisés” en contraposición a los profetas, como la tradición judía y el NT. En un texto de Qumrán donde aparece en un fragmento una expresión que puede traducirse como: “todos los libros del Pentateuco”. Esta división en cinco libros también aparece en el Salterio. El evangelio de Mateo contiene cinco discursos que concluyen con una fórmula idéntica. Si para Mateo Jesús es un “nuevo Moisés”, no es raro que haya hecho de su evangelio un “nuevo Pentateuco”. Filón de Alejandría que escribe antes de la redacción de los evangelios  también menciona en sus escritos al Génesis, al Levítico y al Deuteronomio lo denomina con otro nombre (Exhortación). Flavio Josefo también habla con claridad de “los cinco libros de Moisés” a finales del siglo I d.C.

Estos testimonios confirman que en torno al tiempo del nacimiento de Cristo la tradición judía ya había establecido lo siguiente:

·         Los libros fundamentales de la ley son cinco.

·         Son obra de Moisés.

·         Su autoridad, la de los cinco libros de Moisés, es superior a la de los otros libros atribuidos a los profetas.

Contenido: La obra relata una sucesión de acontecimientos encadenados entre sí, que comienzan con la creación del mundo y el nacimiento de los pueblos, sigue con los patriarcas para acabar centrándose en el origen de Israel: estancia en Egipto, huída al desierto hasta llegar a las puertas de Canaán. Se narra una historia: la del Pueblo de Israel. El encadenamiento de estos acontecimientos está bien trabajo y con tal abundancia de fechas, que es posible componer un esquema cronológico desde la creación del mundo. Según esta cronología que sirve de base al calendario hebreo moderno, la creación del mundo tuvo lugar el año 3760 a.C.[2]

 

Límite de la obra: La obra indudablemente comienza en Gn 1,1 pero la dificultad reside en precisar dónde acababa originalmente. Tradicionalmente se consideraban una unidad los cinco primeros libros y por lo tanto acababa con el Deuteronomio. Siguiendo criterios puramente literarios se ha discutido esta amplitud y se han presentado soluciones diversas.

 

¿Tetrateuco, Pentateuco, Hexateuco o Enneateuco?

La antigua tradición que limitaba a 5 los libros de la ley fue cuestionada al aparecer los estudios sobre el origen del Pentateuco y del pueblo de Israel.

Hexateuco: Dado que el libro de Josué parece que continúa la narración de los acontecimientos donde los deja el Dt (Jos 1,1: “Después de la muerte de Moisés…”) ha surgido la cuestión de si no convendría añadir este libro a los precedentes. Con esto tendríamos un hexateuco apoyado por varios críticos: Spinoza y más recientemente G.von Rad, etc.

Tetrateuco: Para otros críticos recientes (M. Noth) creen que por el contrario conveniente separar al Dt del Pentateuco y lo consideran como el prefacio de una gran obra histórica (la obra deuteronomista) que se extendería desde Moisés hasta la cautividad. Se argumenta también que las fuentes del Pentateuco no están presentes en el libro de Josué y por ello difícil hablar de un hexateuco Tendríamos entonces un tetrateuco.

 

No se ha llegado en este punto a una solución convincente y hasta se ha hablado de que el Pentateuco podría ser el comienzo aún de una obra más amplia. La trama narrativa que comienza en Gn 1,1 llegaría hasta el final del segundo libro de los Reyes (2Re). Así el Pentateuco habría que situarlo en un contexto más amplio: un Eneateuco (cuyo tema principal sería la tierra).

Razones importantes hacen que se siga hablando de Pentateuco: es el valor particular que tiene en cuenta la forma canónica definitiva y normativa de la Biblia para la comunidad de fe tanto del pueblo de Israel como la Iglesia cristiana. También el hecho de que Dt 34,10-12 es un texto fundamental que separa los 5 primeros libros de los siguientes. En este texto se quieren afirmar 3 cosas:

  • Que Moisés es el profeta más grande y por ello la “ley de Moisés” es superior a todas las otras formas de revelación. Su Torá es incomparable, insuperable y permanecerá siempre válida (superior a los profetas).
  • La superioridad de Moisés radica en su relación con Yavé (Éx 33,11; Num 12,6-8).
  • El éxodo es el acontecimiento fundamental de la historia de Israel. Ningún otro se puede comparar. La fundación de Israel surge con Moisés y no con David. Israel es más antiguo que la monarquía.

 



[1] Gn: “al inicio” (b re sit). Éx: “los nombres” (s mot). Lev “Y llamó” (wayyiqra). Núm: “En el desierto” (b midbar). Dt: “Las palabras” (d barim).
[2] Los datos cronológicos de la Vulgata y la LXX son distintos. Así para la Vg fue el año 4,1884 y para LXX 5.634 a.C.