jueves, 25 de abril de 2013

El Libro del Génesis


El libro del Génesis

 

Introducción a los libros del Pentateuco

 

Comienza el libro del Génesis con la creación de todas las cosas, cada una en su lugar y un Dios que las considera todas buenas y que puede descansar y deleitarse contemplando su belleza. Al final del Pentateuco, en el libro del Deuteronomio está el pueblo israelita reunido en la frontera del país de Canaán con la esperanza de encontrar allí un hogar permanente para ellos. Y en medio se narra la historia de un viaje por el desierto donde hay fracasos y éxitos. Se incluyen pruebas por las que parece que hay que pasar y muchas historias son de promesas y de cumplimiento. Estos hombres y mujeres representan la lucha humana para decidirse por Dios y en contra del mal.

El Pentateuco presenta una forma triangular: en el centro de la narración la acción conduce al Monte Sinaí y después desciende y se aleja de la montana hacia la tierra prometida. En el Sinaí se encuentra la Toráh. Esta se convierte en el centro del drama del Pentateuco. Promulgada de manera solemne y con detalle se extiende de Éx 19 a Nm 10. Se presenta como la voluntad más completa de Dios para Israel. El Génesis da comienzo a estos acontecimientos contando las luchas de los primeros seres humanos y de los grandes antepasados tribales. Concuerda con el propósito del libro del Deuteronomio: convencer que vale la pena confiar en las promesas de Dios. Génesis como comienzo de la gran historia (que se narra en la Historia Deuteronomista: libros de Josué a 2 Reyes) es el que fundamenta la existencia de Israel como estado independiente. Génesis también prepara para gustar todo lo que vendrá. Los cinco libros del Pentateuco tienen distintas dimensiones. El más breve es el Levítico con 27 capítulos y el más extenso es el Génesis con 50 capítulos. El libro del Éxodo con 40 capítulos y el de los Números con 36 capítulos son de similar magnitud. Y el Deuteronomio es algo mayor que el Levítco con 34 capítulos. En una edición sin notas se necesitarían unas 350 páginas. Materialmente sería muy difícil haber escrito todo el Pentateuco en un solo rollo. Se calcula que una pieza de tal dimensión tendría que medir más o menos unos 33 metros de largo. No sería del todo imposible ya que se habla de un rollo que contenía toda la obra de Homero (La Ilíada y la Odisea) que mediría unos 50 metros. Pero un rollo de tal envergadura no sería muy práctico pensando en una lectura pública sinagogal o personal. En Qumrán, los rollos más extensos son el Rollo del Templo de 8,75 metros. Los rollos del Pentateuco medirían aproximadamente cada uno unos 6 y 7 metros.

La división a veces puede ser un tanto arbitraria por ejemplo la familia de Jacob se establece en Egipto en Gn 46 y el libro del Éxodo que podría haber empezado aquí empieza más tarde. La perícopa del Sinaí comienza en Éx 19 y termina en Nm 10,10.

 

El libro del Génesis describe los orígenes de Israel y los otros cuatro la organización del pueblo bajo la guía de Moisés. Estructuralmente el final del Dt se corresponde con el final del Gn. La muerte de José concluye el período de los patriarcas (Gn 50,26) y la muerte de Moisés concluye otro período, el de la esclavitud de Israel en el desierto y la construcción del pueblo como pueblo de Dios. Las bendiciones de Jacob (Gn 49) se corresponden con la de Moisés (Dt 33). Las instituciones y conclusiones de los libros del Lv y Nm y la introducción al Dt resaltan el carácter legislativo de estos libros y la figura de Moisés como mediador entre Yavhé y el pueblo y la importancia del Sinaí y de las estepas de Moab como lugar teológico de la ley.

 

 

El libro del Génesis

 

Estructura:

·         La primera característica es que narra la historia de diferentes figuras importantes que cronológicamente vivieron una luego de la otra. El libro se centra en: Adán y Eva, Caín y Abel, Noé, Abraham y Sara, Isaac (Rebeca); Jacob (Raquel y Lía); José. Lo esencial de estas figuras son sus decisiones clave y su encuentro con Dios. No son todos héroes pero son modelo de respuesta humana a Dios.

·         La segunda característica: hay diferencia notable entre los capítulos 1 al 11 y del 12 al 50. Gn 11,32 marca el final y 12,1 el comienzo de una nueva llamada de Dios. Las historias de los 11 primeros capítulos guardan mucha semejanza con otras historias religiosas de creación del antiguo Oriente, historias que se clasifican como mitos y los antepasados de los que se habla son los de toda la humanidad. Del capítulo 12 al 50 la narración es más específica e identifica los lugares y nombres como antepasados de Israel. Sus historias se vinculan a la promesa de una tierra y de una nación futura que será el Israel histórico como lo conocemos. Estos últimos 39 capítulos no se asemejan a los mitos clásicos y han sido clasificados como “sagas”.

Diagrama con divisiones literarias

 Gn 1-11
 
Gn 12—50
 
a) Gn 1-3
Creación del mundo y de la humanidad bendecidos por Dios pero amenazados por el pecado
a) Gn 12-23
Abraham y su familia reciben la bendición. Sus luchas
b) Gn 4-5
El pecado se extiende hasta el odio entre hermanos, pero la bendición de Dios sigue construyendo
b) Gn 24-27
La bendición y la promesa a una nueva generación. Sigue la lucha por abrirse camino.
c) Gn 6-9
Dios decide castigar a la humanidad donde el mal ha superado al bien (Noé) para comenzar de nuevo.
c) Gn 27-36
    Gn 48-50
Jacob
d) Gn 10-11
Se renueva la bendición pero el pecado continúa.
d) Gn 37-47
    Gn 48-50
José es el medio para que Dios lleve a Egipto a sus hijos. Parece la tierra prometida pero no lo es.

 

El diagrama anterior muestra como se intensifica la trama y el drama del mal. Primero los seres humanos son engañados y pecan, luego la pasión se apodera de Caín, luego la codicia, el exceso, la embriaguez hasta la arrogancia de querer alcanzar el cielo con una torre. Dios ofrece el perdón permanentemente y restaura la bendición aunque castiga el pecado. En los capítulos 12 al 50 la promesa empieza con una esperanza contra toda esperanza. Crece la promesa hasta formar un clan de 12 tribus y llegan a Egipto. El drama no terminará allí.

 

La fórmula de las toledot (generaciones)

 

La fórmula se encuentra diez veces en el libro (once si tiene en cuenta que 36,9 repite 36,1):

2,4; 5,1; 6,9; 10,1; 11,10; 11,17; 25, 12; 25,19; 36,1(9); 37,2.

La palabra toledot (heb) tiene el mismo significado en todos los contextos. Significa: “Aquello que ha sido generado de…” Unas veces, a esta fórmula le sigue simplemente una lista de nombres, por ejemplo, una genealogía (5,1; 10,1; 11,10; 25,12; 36,1.9). Y otras, le acompaña una narración (2,4; 6,9; 11,27; 25,19; 37,2). Pero dicha narración ofrece una particularidad: se trata siempre de descendientes del personaje mencionado en la fórmula. Por ejemplo, la fórmula de 6,9 introduce la historia de Noé y su familia; la de 11,17 la historia de los descendientes de Téraj especialmente de Abraham.

Aunque el significado de la palabra toledot es el mismo: “generación de…”, sin embargo la misma palabra tiene dos usos, en unos casos introduce una genealogía, en otros en cambio un relato. Si el “uso” varía el “significado” es el mismo.

 

Trascendencia teológica del Génesis

En Gn 1-11 hay varias afirmaciones teológicas: el mundo no está bajo el poder del caos, sino gobernado por un plan claro de la sabiduría divina. El reconocimiento de que la palabra y el espíritu de Dios están activos en el mundo. Dios se revela al mundo con una comunicación universal, pero más claramente a Israel con una comunicación particular. La historia y no el tiempo mítico, se convierte en el escenario donde se ha de descubrir a Dios y la historia continúa y brinda oportunidades de arrepentirse, de crecer, de oír más plenamente a Dios. La historia nunca es estática. Aunque los hombres pequen y perturben la bondad de Dios en la creación, Dios también puede reparar esas rupturas. Así Dios concede a la humanidad la libertad para pecar o para obedecer. Esto limita su omnipotencia divina pero Dios compensa esto estando en comunicación y permaneciendo presente en el mundo. Esta perspectiva sobre el plan maestro de Dios para la humanidad es fundamental para el modo en que Gn 12—50 trata de Abraham y los patriarcas. La elección de Israel se realiza a través de la fe y la confianza en las promesas de Dios. Esta fe y confianza se aprende al encontrar al Dios vivo y recordarlo de generación en generación y educando a la próxima generación.

El texto definitivo es del siglo V a.C. después de ser largamente comunicado en las tradiciones orales y redactadas parcialmente ya que según los procedimientos mnemotécnicos del pueblo semita la transmisión se hacía a través de la voz, la memoria y los primeros escritos con gran fidelidad aunque también con ciertas actualizaciones respecto a las nuevas exigencias de la comunidad en la cual se transmitían esos datos (aldeas, asambleas litúrgicas, enseñanza de padres a hijos, ect). Estas corrientes de palabras, imágenes y de acontecimientos se transformaron en ríos que formaron las tradiciones que más tarde se llamarían Yavista, Elohista y Sacerdotal si adherimos a la hipótesis documentaria.

El primer artículo de fe del credo israelita (Dt 26,5-9; Js 24,1ss) es la vocación y el don de la fe de los patriarcas, raíz de la cual se va desarrollando el pueblo elegido y la historia de la salvación.

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