Las
leyes en Israel
Gran parte del Pentateuco está ocupado por leyes. Desde un punto
de vista teológico el Pentateuco cuenta la formación del pueblo de Israel. Este
pueblo tiene leyes, normas que rigen las relaciones entre los hombres y de los
hombres con Dios.
Las leyes fueron surgiendo de casos concretos, de situaciones
vividas por el pueblo. Ej Dt 22,8; Éx 22,4; Éx 21,33-34; Lv 13,9-11.45-46. Pero
no todas eran cuestiones civiles y penales ya que un puesto importante lo ocupa
la legislación sobre el culto que lo regulaba hasta en los detalles más
minuciosos. Los sacerdotes eran lo encargados de estas leyes.
En un primer momento las leyes nacen la familia, el clan, la tribu
quienes generalmente copiaban leyes de los pueblos vecinos. Una norma aplicada
en una tribu podía crear jurisprudencia para otras.
Luego en los santuarios se intercambiaban prácticas jurídicas y
temas cultuales (sacrificios, ofrendas, etc.). A partir del rey David la corte
es la que juzgará (1 Sm 15,1-4; 1 Re 3,16-28; 2 Re 8,4-6). Y en el templo de
Jerusalén donde los sacerdotes también desempeñan funciones judiciales
(matrimonios, enfermedades, animales comestibles o no, etc.).
·
Las leyes se fueron
multiplicando a lo largo del tiempo por tres causas principales: los grandes
principios eran insuficientes, por ejemplo una ley tan genérica como “no
matarás” (Éx20,13) debe tener muchos matices (el que mata sin intención Éx
21,12-15; 22,1-2; 21,20.
·
Nuevos problemas y
situaciones (el paso de la vida nómada al establecimiento en una tierra).
·
Distintas concepciones teológicas.
Formulación de las leyes: se distinguen dos grupos principales
1.
Leyes apodícticas: mandan o prohíben
algo (no matarás, no robarás). Estas serán las leyes más antiguas.
Originariamente fueron breves y posteriormente se añade una motivación. Se
formulan en segunda persona del singular (el plural es más tardío). Se
subdividen en: Imperativas: “Honrar
padre y madre” y Prohibitivas: “No
robarás”.
2.
Leyes casuísticas: plantean un caso
concreto y emiten sentencia. Éx 22,5 y en algunos casos se presentan matices:
“cuando….si…si…si.., son más frecuentes que las anteriores Éx 21,2.6.7.
Recopilación de las leyes: Dado que las leyes no podían estar
sueltas fueron recopiladas. Un recurso era agruparlas en series de 10
(decálogos) Éx 20; Dt 5. Decálogo cultual: Éx 34 o bien en dodecálogos (12) por
ejemplo el dodecálogo siquemita (promulgado en Siquem).
También se recopilaban guiándose por el contenido.
La legislación en Israel fue avanzando y esto se puede esbozar del
siguiente modo: en tiempos patriarcales (seminómadas) se regían por el “código
del desierto” que estipulaba tres días de hospitalidad y la protección luego
por más de 150 Km .
Ej Gn 18,1-8; 24,28; 19,1-8 Jue 19,16-24. También l”a ley de venganza de
sangre” que marca la solidaridad tribal. El honor o la deshonra de un miembro
repercute en todo el grupo (Gn 34,27-31). Por ello se protege a los huérfanos y
viudas 2 Sm 2,22-23; 3,22,27 2 Sm 13. La venganza de sangre no se aplica al
grupo más bien se lo expulsa de él. Otro ley es la de la pureza de raza (Gn 24)
matrimonios dentro de la familia aunque no parece tener gran importancia en
algunos períodos: Moisés se casa con una madianita, Salomón con mujeres
extranjeras. A partir del s. V con la reforma de Nehemías cobra mayor
importancia.
Moisés es el gran legislador ya que a él se le atribuye toda la
ley y todos los códigos lo cual trae problemas de tipo histórico. Muchas normas
no tienen sentido en el desierto y pertenecen a una cultura sedentaria y
agrícola. Son leyes posteriores pero se les da autoridad de ese modo.
Las diez palabras o
decálogo (Decálogo ético): únicas leyes que se
transmiten directamente sin la intervención de Moisés. Contienen los diez
imperativos esenciales de la moral y de la religión en dos formulaciones que se
remontan a épocas distintas: Éx 20,2-17 y Dt 5,6-21 con notables variantes (ej.
algunas diferencias: Descanso en el 7mo día: Éx creación; Dt salida de Egipto).
Solución: el decálogo sufrió retoques, añadidos y comentarios por motivos
pastorales y catequísticos. Esto no significa que no tenga que ver con Moisés
ya que en su formulación primitiva ascienden a su época.
Decálogo cultual: (Éx 34) Luego que Moisés ha roto las tablas de la ley ante la
indignación por la idolatría del pueblo Dios le ordena hacer otras dos tablas.
Sin embargo no es el decálogo ético el que aparece sino otro de carácter
cultual atribuido al yavhista. Contiene más de 10 preceptos aunque se lo
presenta como decálogo.
Dodecálogo siquemita (Dt 27,15-26) son doce preceptos que deben ser recitados por los
levitas delante del pueblo en Siquén entre los montes Ebal y Garizím. Más que
preceptos son maldiciones para quienes están en contravención con Dios, algunas
con breves motivaciones. Comparadas con el decálogo tienen diferencias y semejanzas.
Los
tres grandes códigos
Código de la alianza:
(Éx 20,22--23,33) el decálogo ético y el
dodecálogo no contienen todas las normas para regular la vida. Por ello
aparecen nuevas normas que se encuentran en el libro del Éxodo, luego del
decálogo. Es una colección heterogénea que refleja una sociedad de pastores y
agricultores. Aunque se lo relaciona con el decálogo y con la alianza del Sinaí
sus disposiciones reflejan una sociedad ya sedentarizada por ello se lo ubica
en la época de los jueces (s.XII), con la asamblea de Siquém (Jos 24) y con el
“libro de la ley” que menciona Jos 24,25-26. No es que haya que ver en él ese
“libro” pero el código de la alianza es sin duda el código de la confederación
de las tribus de Israel. Se abría recopilado más tarde (IX). El espíritu del
código es de profundo sentido social, preocupación por los más débiles y por la
recta administración de la justicia.
Código Deuteronomista: (Dt 12—26) Se trata
de un cuerpo legal destinado a sustituir al anterior, eliminando algunas
disposiciones, modificando otras e introduciendo otras nuevas. Pasados los años
el código de la alianza en algunos puntos resultaba anticuado y se hizo
necesario actualizarlo y completarlo. Así surgió el conjunto de leyes que
forman el núcleo del libro del Deuteronomio. No es un cuerpo legal completo, ni
desde el punto de vista civil ni cultual. El autor saca de las tradiciones y de
las costumbres de Israel todo lo que juzga más oportuno y adecuado para
ilustrar e inculcar aquellos principios religiosos y morales que considera
indispensables para todo israelita. Pero va más allá dado que no se contenta sólo
con la pura observancia de la ley y quiere que ésta parta de motivos justos y
que se alimente de principios que no se cansará de repetir. Este código está
impregnado del espíritu profético, y sus leyes son expresión de un gran ideal
espiritual y ético que debe guiar a toda la comunidad israelita. Entre estos
principios podemos notar: la humanidad, la liberalidad y la filantropía. En
ningún código hebreo o no se percibe tan alta devoción a Dios y benevolencia
para con la sociedad. En ningún otro libro se presentan los deberes del hombre
con un sentimiento tan profundo y tierno y con una elocuencia tan persuasiva. Leer 15,1-11 remisión de la deuda cada
7 años; 17,14-20 como debe ser el rey; 25,5-10 ley del levirato. Otro aspecto
para destacar es la ley de centralización del culto (12,1-16).
La mayoría de los autores creen que este código tiene una relación
de fondo con el “libro de la ley” hallado en tiempos del rey Josías (621 a .C.). La primera
redacción fue en el reino del Norte y luego del 720 se trajo al Sur. Un siglo
más tarde se terminó su redacción.
Ley de santidad (o
código de santidad):[1]
(Lv 17—26) Se llama así por la frase: “Santificaos y sed
santos porque yo soy el Señor vuestro Dios” (Lv 20,7) que se repite varias
veces en los capítulos 19—22. Las leyes
se refieren no sólo a la santidad del culto sino también a los requerimientos
de la justicia social. No se trata sólo de una piedad privada sino de una
santidad considerada como un verdadero modo de vida y abarca toda la existencia
personal, familiar y social. Este código es el resultado de recopilaciones y
duplicados. Insiste en la santidad, en la distinción entre lo sagrado y lo
profano y recalca la necesidad de cumplir algunas leyes morales y cultuales
para mantener la relación entre el pueblo, los sacerdotes y la santidad de
Dios. Los temas son: las leyes sobre los sacrificios, significado de la sangre,
relaciones sexuales (incesto y relaciones no permitidas por la Toráh ), deberes religiosos y
morales y las penas para los que las transgreden. A partir del capítulo 21 las
leyes se dirigen casi exclusivamente al sacerdocio. Los sacerdotes legislaban desde tiempos
antiguos y el espíritu de su legislación era diferente del código
deuteronomista que surge en otro ambiente. Como recopilación, la ley de
santidad y el código deuteronomista serían casi contemporáneos, pero las leyes
de éste último son más antiguas. Su teología tradicional es la de Dios santo e
inaccesible al hombre. Se afirma constantemente que la moral humana encuentra
su última razón de ser en la santidad de Dios. Ser santos es actuar de manera
tal que cada aspect6o de la vida sea un reflejo de la santidad de Dios. Muestra
una gran preocupación humanitaria: ver 19,9-10 un medio efectivo para ayudar a
los pobres de ese tiempo. Enseñanza para hoy: no tanto la aplicación concreta
sino el principio que subyace. Leer:
amor al prójimo con ejemplos concretos: 19,11-13; 19,33-34 al extranjero.
El código sacerdotal (Lv
1—7; 8—10; 11—16)
Es el nombre que los críticos dieron a esta colección. Comprende
gran parte del libro del Levítico. Está constituido por normas a veces muy
antiguas y otras más recientes. La redacción final se coloca después del 538,
fecha del edicto de Ciro. Así el código
refleja sólo en parte el culto y los rituales que se seguían en el templo de
Salomón.
Bibliografía utilizada:
- AA.VV, Comentario Bíblico Internacional, Editorial Verbo Divino,
Navarra, 2001.
- AA.VV, Nuevo Diccionario de Teología Bíblica, Ediciones Paulinas,
Madrid, 1988.
- Sicre José Luis, Introducción
al Antiguo Testamento, Editorial Verbo Divino, Navarra 2011.
[1] Algunos autores sostienen que toda esta sección fue al principio
una colección de leyes separadas, más antiguas que el resto del libro. Otros,
consideran que el conjunto no tiene la coherencia indispensable para formar un
cuerpo autónomo y que no presenta señales de haber existido antes como unidad
separada del Levítico.